Brasil asiste atónito a un nuevo exceso de su presidente, Jair Bolsonaro, que en su afán de criticar al carnaval posteó un video cargado de obscenidades. Por este exabrupto, una enorme grieta se exhibe en las redes sociales entre los que lo apoyan y quienes lo cuestionan poniendo en duda hasta sus aptitudes psiquiátricas.
"No me siento cómodo en mostrar esto, pero tenemos que exponer la verdad para que la población tenga conocimiento y tome sus prioridades", afirmó el mandatario en su cuenta de Twitter. Debajo de su mensaje adjuntó un video de fuerte contenido y no apto para todo público. El mismo consistía en una escena grabada en la calle en la que dos hombres bailan sobre una parada de taxis. Uno de ellos se toca el ano y acto seguido el otro lo orina encima.
"En esto se han convertido muchas comparsas en el Carnaval brasileño. Comenten y saquen sus conclusiones", cerraba el tuit animando a sus 3,4 millones de seguidores. El video cuenta con unas 4 millones de reproducciones y el tuit de Bolsonaro fue retuiteado cerca de 10.000 veces. Entre los más de 53.000 comentarios que recibió, hay tantas críticas como elogios.
"Nadie aplaude. Nadie defiende esta escena, un acto criminal. Pero el presidente también se equivocó al amplificar esta escena pornográfica. No pensó en la cantidad de personas (y niños) que lo siguen y en la repercusión internacional para la imagen del país", tuiteó un usuario.
"Caminé por varios bloques durante el carnaval y no vi nada semejante. El tipo tomó un incidente aislado, si es que es verdad… Y utilizó esta escena para vengarse del éxito de este carnaval", tuiteó otro. Entre los que se pusieron del lado del presidente, un usuario posteó: "Felicidades, presidente, por denunciar el crimen de atentado contra el pudor; la policía debería haber detenido a los vagos, el libertinaje es para sitios privados.
Los medios sin vergüenza sólo critican porque les gusta la escena". Sin acusar recibo de las críticas, Bolsonaro posteó horas después: "¿Qué es la lluvia dorada?". También llovieron los comentarios.
Ultraconservador
El presidente se declara como un ferviente defensor de la familia tradicional de Brasil y está muy vinculado a las iglesias evangélicas.
De hecho, escogió a Damares Alves, una pastora de esta ortodoxa corriente cristiana, como ministra de Mujer, Familia y Derechos Humanos. Las imágenes, interpretadas como una crítica a la fiesta preferida de los brasileños han llevado a algunos críticos a pedir la salida anticipada del presidente. #ImpeachmentBolsonaro ("destitución Bolsonaro") fue trending topic.
Según la legislación brasileña, “proceder de modo incompatible con la dignidad, el honor y el decoro” figura entre los delitos contra la probidad en la administración pública y podría conllevar a “la pérdida del cargo”.
Durante el carnaval, Bolsonaro, quien criticó a dos pesos pesados del arte popular, como Daniela Mercury y Caetano Veloso, fue cuestionado en diversas comparsas callejeras.
En el sambódromo de Río de Janeiro -ciudad en la que goza de un gran apoyo y simpatía-, la mayoría de las escuelas no escondieron sus diferencias con el mandatario ultraconservador. Hubo gritos y mensajes durante el desfile de las comparsas Mangueira y Paraíso de Tuiutí.
La primera de estas escuelas de samba evocó a los "héroes olvidados" de Brasil y puso entre los asesinos de la historia del país a los dictadores que reivindica Bolsonaro y al patrono del Ejército, el Duque de Caxias, sindicado como genocida en la Guerra de la Triple Alianza. Tuiutí, por su parte, hizo referencias a la trayectoria de Lula y parte del sambódromo cantó a favor de "Lula libre", la consigna que pide la excarcelación del ex presidente.
El apoyo al presidente no llega al 40%
Con dos meses de gestión, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, tiene un apoyo del 39%.
Es el mandatario peor evaluado desde 1994 al inicio de su mandato, detrás de Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), Luiz Inácio Lula da Silva (20032010) y Dilma Rousseff (20112016), según una reciente encuesta de la Confederación Nacional del Transporte.