El director del Departamento para la Cooperación y Observación Electoral (DECO) de la Organización de Estados Americanos (OEA), Gerardo de Icaza, defendió la "integridad" de la auditoría realizada por el organismo sobre las elecciones presidenciales celebradas el 20 de octubre en Bolivia, frente al informe elaborado por el Centro de Investigación en Economía y Política (CEPR).
El informe de la OEA, señaló De Icaza en Twitter, "cobra más fuerza y vigor si se confronta con un artículo parcial, parcializado, sin rigor técnico electoral y pagado por CEPR, como el publicado por Monkey Cage".
Vale apuntar que tras dicho informe, el ex presidente Evo Morales presentó su renuncia.
De Icaza esgrimió once diferencias, tales como que la OEA contó con un equipo multidisciplinario de 36 personas frente a las dos del CEPR; que el primero se hizo en Bolivia, sobre el terreno, y el segundo desde Estados Unidos; y que el del bloque regional suma 94 páginas, mientras que el otro tiene sólo tres.
Además, señaló que el CEPR no hizo análisis sobre manipulación informática, alteración de actas, denuncias de la ciudadanía o voto en el exterior, limitándose a "simulaciones estadísticas" que el de la OEA no aportó porque "no las necesitaba". "Hizo el análisis con los datos de campo", afirmó.
El informe del CEPR, firmado por los investigadores del MIT Jack Williams y John Curiel, cobró actualidad en los últimos días porque, aunque ya se conocía, se publicó el pasado 28 de febrero en el espacio Monkey Cage del diario The Washington Post