El clima social en Bolivia está cada vez más tenso por la incertidumbre en el resultado de las elecciones presidenciales del domingo pasado. Los dos principales candidatos, el oficialista Evo Morales, y su opositor, Carlos Mesa, cruzaron acusaciones.
El primero declaró que el país vive un intento de golpe de Estado, mientras que el segundo denunció un “fraude gigantesco” y llamó a a quienes lo votaron a una “movilización permanente”.
En ese contexto, organizaciones civiles, con el apoyo de algunos gobiernos regionales, iniciaron un paro por tiempo indefinido contra el eventual triunfo en primera vuelta del presidente Evo Morales, cuyo partido pidió a la población que no acatara esa convocatoria y llamó a defender el “proceso democrático”.
El paro cobró fuerza en Santa Cruz, uno de los departamentos que integran la llamada Media Luna, la región más productiva y rica de Bolivia y tradicional bastión de la oposición a Morales.
En la capital departamental, Santa Cruz de la Sierra, se reportaron heridos por enfrentamientos entre simpatizantes oficialistas y opositores en la plaza de la rotonda del Plan Tres Mil.
Los primeros choques se registraron cuando comerciantes a fines al Movimiento al Socialismo (MAS, el partido de Morales) intentaron cumplir sus actividades con normalidad y fueron atacados por opositores, en hechos que dejaron dos heridos, según el diario paceño La Razón.
En cambio, en las demás regiones no había señales claras de acatamiento firme a la medida de fuerza, según el periódico.
En paralelo, miles de personas de concentraron en las calles céntricas de La Paz para defender el “proceso democrático” que, entienden, encarna Morales.
El mandatario, quien el domingo se declaró ganador en primera vuelta, ayer ratificó esa victoria y denunció un supuesto “golpe de estado” contra él instigado por “la derecha” internacional y llamó al pueblo a movilizarse en defensa de la democracia.
El canciller, Diego Pary, afirmó que "si la oposición habló de fraude antes de las elecciones, debe ser responsable y esperar a que concluya el conteo oficial".
Diferencias
En ese sentido, tras la interrupción del martes por la noche, el escrutinio definitivo de Bolivia se reanudó ayer de manera lenta y reveló que el presidente Morales continúa ampliando su ventaja sobre Mesa.
Con 97,05% escrutado, el oficialista MAS obtenía el 46,57% de los votos, mientras que la Comunidad Ciudadana (CC) de Mesa alcanzaba el 36,95%, según la página oficial del Tribunal Supremo Electoral boliviano.
Estas cifras acercan cada vez más al presidente a una victoria en primera vuelta ya que Morales está a sólo 0,38 puntos porcentuales de obtener más del 40% de los votos con una diferencia de 10 puntos porcentuales del segundo candidato.
"Hemos ganando con contundencia al oponente, pero somos respetuosos de la democracia y esperaremos que todos los votos sean contabilizados, de la ciudad y del campo, sin discriminar a nadie", señaló el vicepresidente Álvaro García Linera.
En tanto, Mesa acusó: "Morales comenzó por hablar de un golpe de Estado, nos señaló como responsables de esa intención de interrumpir el orden constitucional. Si hay alguien que ha roto y rompe el orden constitucional se llama Evo Morales".
Desde Venezuela, Nicolás Maduro, reiteró su apoyo a Evo Morales. "Quiero expresar toda la solidaridad con el pueblo de Bolivia y el presidente reelecto. Ha denunciado que está en marcha un golpe de estado con apoyo internacional. Es un golpe anunciado y derrotado", señaló.