Luis Fernando Camacho y Marco Pumari, los líderes cívicos que encabezaron las protestas y el paro antes de la renuncia de Evo Morales a la presidencia de Bolivia, recorrieron juntos Potosí como si estuvieran en campaña y coquetearon con la posibilidad de postularse en las próximas elecciones presidenciales, mientras el gobierno de Jeanine Añez anunció nuevas órdenes de arresto contra líderes del masismo.
Camacho, presidente del comité cívico de Santa Cruz, celebró con la senadora Añez en el balcón del Palacio Quemado cuando ésta se proclamó presidenta y luego fue recibido como un héroe en su departamento, uno de los tradicionales bastiones opositores a Morales. Dos semanas después, volvió a salir a las calles.
"Si llegara a ser un frente único y hay el consenso de la población, sin duda que vamos a ir, no queremos llegar a perjudicar, queremos ir a ayudar a Bolivia", anunció.
A su lado, el presidente del Comité Cívico de Potosí, Pumari, alimentó también los crecientes rumores sobre su fórmula presidencial con Camacho para las elecciones generales que la Asamblea Legislativa (parlamento) aprobó la semana pasada y Añez promulgó el domingo.
En tanto, el gobierno de Añez informó que comunicó a la embajada de México que cuatro de las 20 personas que tramitan asilo bajo su custodia tienen órdenes de detención, entre ellos, el ex ministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana y el ex ministro de Cultura Wilma Alanoca.