La aerolínea japonesa All Nippon Airways (ANA) tuvo que anular otra vez un vuelo de un
Boeing 787
este viernes debido a la rotura de un vidrio en el cockpit durante un vuelo anterior, y otro aparato del mismo tipo y de la misma compañía fue atrasado por una fuga de aceite, indicó la compañía.
El primer problema se produjo durante el vuelo que partió de Tokio-Haneda en dirección de Matsuyama (suroeste) y que impidió finalmente al aparato despegar de este último aeropuerto.
El revestimiento de vidrio exterior del parabrisas de cinco capas del lado del comandante se rasgó cuando el avión se dirigía hacia Matsuyama con 237 pasajeros y 9 miembros de la tripulación. No hubo heridos por el incidente y el aparato aterrizó sin problemas casi a la hora prevista.
Las causas exactas de este problema están siendo analizadas.
Por otra parte, un vuelo de otro Boeing 787 de ANA que debía partir de la provincia de Miyazaki fue atrasado de casi una hora por una fuga de aceite descubierta en el motor izquierdo tras los controles efectuados antes de la partida.
Estos incidentes técnicos son el segundo y el tercero que afectan al mismo tipo de aparato en tres días para la aerolínea ANA. Otro Boeing 787 no pudo despegar el miércoles de Yamaguchi debido a una falla en el sistema de frenado. Tuvo que quedarse en tierra hasta el arribo del repuesto necesario.
Estas averías suceden además luego de que dos Boeing 787 Dreamliner de Japan Airlines (JAL) registraran problemas.
El lunes un principio de incendio fue registrado en un Boeing 787 de JAL que acababa de aterrizar en Boston (Estados Unidos), debido al recalentamiento de una batería del generador auxiliar.
El martes, en el mismo aeropuerto, otro Boeing 787 de JAL fue atrasado por una fuga de combustible.
Los últimos meses se constataron otros incidentes en este aparato nuevo al cual apuestan las compañías niponas para reducir costos de funcionamiento.
ANA y JAL encargaron 111 ejemplares del Boeing 787. Un tercio de la fabricación fue confiada a empresas japonesas.