Por Fabián Galdi - Editor Más Deportes Digital - fgaldi@losandes.com.ar
Cada 25 de mayo, la evocación de la fecha patria implica repensar la sucesión de hechos que actuaron como factores desencadenantes de la deposición del virrey Cisneros y su reemplazo inmediato por la Primera Junta de Gobierno. Un año antes, la Jabonería de Vieytes era el lugar de reunión de los patriotas que debatían ideas respecto de la Revolución. Es justo para estas efemérides cuando - metáfora mediante - se advierte que el escándalo de la Bombonera también parece contar con otra "Jabonería de Vieytes", pero en sentido inverso: los barra bravas, en connivencia con quienes los amparan, encontraron en Adrián Napolitano, alias el "Panadero", al chivo expiatorio ideal para descargar la presión que recae hoy día sobre La Doce como dueña y señora absoluta del centro de control de las actividades ilegales. Todas las miradas recaen sobre el joven que se autodenomina "un enfermo por Boca". Y mientras, la interna entre las tres facciones del núcleo duro de la hinchada xeneize sigue gozando de buena salud aunque parezca lo contrario.
¿Quién es el "Panadero" en y qué lugar ocupa en la escala de poder que rodea a los cada vez mayores negocios ilícitos? En términos políticos, es un cuadro de la segunda línea más similar al hooligan inglés - clase media revoltoso y con apetencias de líder de la barra de la esquina - que al barrabrava de estos pagos, quien se sirve del poder en vez de cuestionarlo o combatirlo. Napolitano, además, cuenta con un sustento económico holgado, con tres panaderías familiares en Valentín Alsina, zona emparentada con lo que el célebre tango "Sur" denomina "Pompeya y más allá la inundación", en la intersección entre la ciudad de Buenos Aires y el partido de Lanús.
El socio xeneize, además de haber aparecido en los videos como uno de los dos autores materiales de la agresión contra los jugadores de River Plate, también quedó identificado por las cámaras entrando a la Bombonera con una vestimenta y escapándose disfrazado con otra. Quién le cedió la indumentaria de recambio es otra de las incógnitas que deberá investigar la Justicia, ya que se mantiene la presunción de que fue ayudado desde adentro del club para fugarse del estadio. Hoy día, al involucrado lo defiende el abogado Javier Raidan, ligado al Secretario de Justicia de la Nación, Julián Álvarez.
Un allanamiento realizado la semana pasada en la vivienda del "Panadero" permitió que se descubrieran carnets de asociados. De éstos, al menos dos quedaron en evidencia cuando los verdaderos socios fueron a pagar el adicional para el tercer y último superclásico de la Copa Libertadores para darse cuenta que esas tarjetas ya estaban identificadas como que habían conseguido sendos tickets. Estos dueños de los carnets van a ser citados por la Justicia a declarar en esta semana que se inicia, lo que puede abrir una causa por asociación ilícita. No es nuevo este asunto, pero en este presente complicado para todos los implicados puede llegar a desencadenar un efecto dominó de denuncias formales y anónimas con el fin de preservarse y no quedar pegados a esta situación.
Napolitano, además, había participado en la vida política de la emblemática institución como miembro de la agrupación del dirigente Roberto Digón. Éste, en 2011, fue parte integrante de la alianza con Jorge Amor Ameal, José Beraldi y Santiago Carreras en el "Frente Unidad Boquense", que perdió las elecciones con la actual dirigencia que comanda Daniel Angelici. Inclusive, material con publicidad política le fue encontrado también en la inspección a su inmueble. En diciembre próximo, habrá elección de renovación de autoridades en la entidad de la Ribera.
A mediados de la semana anterior, Napolitano se presentó por decisión propia ante el juez Juan Carlos Montes y salió de la oficina poco antes de la media hora, según informaron varios canales de noticias - entre éstos C5N y TN - luego de haber firmado la eximición de prisión. Ahora, el implicado tendrá que presentarse en la causa. Al menos, así se lo espera.
Encima, es en estos días en los cuales la Policía Federal sigue dilucidando si el líquido tóxico que el "Panadero" arrojó a los futbolistas "millonarios" fue un gas casero o gas pimienta. Si se tratara de este último, la pena para el "Panadero" sería más grave, ya que se considera al tóxico como "equiparable a un arma de uso civil". De acuerdo con fuentes judiciales, la sanción máxima pena que podría corresponderle es de 16 meses, a partir de la carátula de lesiones leves agravadas por ocurrir en un espectáculo deportivo.
En tanto, Boca-institución salió a respaldar su decisión de tomar decisiones punitivas respecto de quienes están involucrados en los hechos de violencia. En este caso, no se trata sólo de Napolitano, sino también de otros 13 socios que quedaron identificados en los videos como partícipes de los graves incidentes. Así, les iniciará una demanda civil. A este hecho, hay que agregarle que el club fue aceptado como querellante en la causa penal abierta tras los sucesos del pasado 14 de mayo.
La entidad xeneize alude que se ha visto doblemente perjudicada. Primero, por los daños en su imagen pública, tanto en la Argentina como en el resto del mundo. Segundo, porque las pérdidas están valuadas en alrededor de 120 millones de pesos, según dieron a conocer los directivos. Esta suma surge por la pérdida de las recaudaciones a futuro - cuatro partidos a puertas cerradas en la próxima Copa Libertadores a la que se clasifique - agregado a los derechos televisivos, la eventual fuga de sponsors y los 200 mil dólares de multa que les aplicó la Conmebol.
"Nos dejaste afuera, salame", fue una de las pintadas amenazantes que apareció en el frente de la propiedad de el "Panadero". Mientras, en su celular, se leyó el mensaje: "Ojo con lo que declarás. Cortate solo o vos y tu familia son boleta". Sin firma, como suelen hacer los barras bravas, pero sí dejando huellas claras en espacios de la vida privada de Napolitano.
Si bien los especialistas consideran que las señales pudieron haber salido de una de las facciones en pugna por el control de la Doce, lo cierto es que a todos los sectores ligados a los violentos salen favorecidos. Ocurre que ninguno queda incriminado directamente no sólo en los sucesos durante el superclásico del 14/5 sino tampoco en cuanto a que puedan ser cortados los fabulosos negocios alrededor de la Bombonera, cuyas inmediaciones se convierten en zona liberada los días de partidos.
Si en el próximo partido vuelve a jugarse con acceso permitido de público - no como contra Aldosivi, debido a una fecha de suspensión aplicada por el Comité de Seguridad - entonces volverá a observarse en las calles aledañas al estadio que el control de la calle sigue estando en manos de diferentes referentes en la interna de la barra brava. Napolitano, quizá, se acostumbre a ver a su equipo en TV por un largo tiempo. Y a nadie le importará; sólo a él.
