Boca Juniors venció esta noche por 4 a 1 en Tucumán a San Martín, que de esta manera se convirtió en el primer equipo descendido a la B Nacional de esta edición de la Superliga 2018-2019, mientras que los "xeneizes" se afirmaron en el tercer lugar del campeonato que les está dando la clasificación a la fase de grupos de la Copa Libertadores 2020, certamen en el que ya tiene asegurada su participación.
Los dos tiempos fueron contrastantes, ya que en el primero el local se ilusionó con un triunfo que le diera vida para no volver a descender en su primera temporada post ascenso, pero en el segundo chocó con la jerarquía individual de los dirigidos por Gustavo Alfaro y terminó sucumbiendo por goleada.
En los 45 minutos iniciales la felicidad empezó siendo tucumana cuando su parcialidad, que desplegó un merchandising multicolor colmando las instalaciones de la Ciudadela con 30.000 espectadores, pudo ver como a los 26 minutos su goleador en esta competencia (cuatro tantos), Luciano Pons, empujó con la pelvis la pelota para el primer tanto de la noche. Pero esa alegría se empezaría a borrar apenas 10 minutos más tarde, cuando Ramón Ábila, también de atropellada, puso el 1-1 para Boca con el que finalizaría ese periodo inicial.
El desarrollo de la segunda parte transitó en un ida y vuelta que tenía a un Boca más sólido y un San Martín condicionado por los nervios de la necesidad de alcanzar una victoria impostergable, ya que triunfando hoy y en sus dos próximos encuentros el "albirrojo" se salvaba del descenso sin depender de nadie.
Pero promediando esa etapa final todo se desmoronó para el conjunto de Ricardo Caruso Lombardi, ya que cuando transcurrían 23 minutos llegó una pincelada de calidad del cordobés Emmanuel Reynoso para convertir su primer gol oficial con la camiseta de Boca picándole la pelota al arquero Jorge Carranza desde el borde del área grande.
Ese tanto entonó a Boca y fue un mazazo para San Martín del que ya no lograría recuperarse, propiciando que el visitante sumara dos conquistas más para sellar una goleada que ya no dolía en sí misma, porque el descenso podía mucho más.
A los 34 minutos Lisandro López volvió a convertir, como en su debut en Boca, esta vez con un cabezazo de anticipo tras un centro desde la izquierda que terminó dejando sin asunto a Carranza. Y 10 minutos después, ya con todo resuelto y el dolor instalado en el corazón de la Ciudadela, el uruguayo Nahitan Nández cerró la goleada para despedirse rumbo al viaje hacia el continente asiático que emprenderá en las próximas horas con el seleccionado de su país.
Ese fue el colofón de una jornada en el que este Boca de Alfaro sigue creciendo y ganando por tres o más goles (venía de tres 3-0 consecutivos y hoy marcó cuatro, pero por contrapartida le hicieron uno), lo que lo mantiene como tercero de la Superliga al cabo de 23 jornadas, entrando directamente por el momento a la fase de grupos de la Libertadores del año próximo, competencia para la que hoy mismo aseguró su clasificación.
Y por contrapartida San Martín, que se había aferrado a ese milagro que se llama Caruso Lombardi, pareció acordarse demasiado tarde de sus bondades salvadoras, porque tomó el equipo recién hace tres fechas y esta vez no pudo ser.