Boca Juniors volvió hoy a generar una producción deficitaria, pero le alcanzó para quedarse con un mínimo triunfo 1-0 en su cancha sobre un Quilmes absolutamente falto de recursos, en la antesala del esperado Superclásico ante River Plate.
El equipo de Rodolfo Arruabarrena careció de asociaciones, fue previsible y repetido en los movimientos de ataque, tuvo a Federico Carrizo como al jugador más profundo, aunque estuvo desordenado y se vio favorecido por la orfandad de recursos ofensivos de Quilmes.
Boca tuvo la iniciativa durante todo el primer tiempo, pero utilizó muy mal la pelota, le costó encontrar desequilibrio en los últimos metros y así se le fue la mitad del partido sin sacar diferencia.
De todas manera, Boca contó una apreciable cantidad de llegadas ante un Quilmes que se limitó a neutralizar al adversario y que casi no tuvo presencia ofensiva.
En un momento del partido en el que parecía que Boca iba a encontrar el camino, el local llegó por izquierda, a los 10 minutos, con un remate de Carrizo que pegó en Joel Carli. A los 11, hubo un centro bajo de Carrizo, que después pateó Jonathan Calleri y un rebote mandó el esférico al córner.
De ese tiro de esquina ejecutado por Carrizo, Lisandro Magallán de volea definió por arriba del travesaño.
A los 16, desaprovechó una oportunidad Leandro Marín, quien llegó prácticamente hacia el área chica para impactar un tiro libre de Nicolás Colazo, pero la pelota se fue muy arriba.
En el último segmento de la etapa, Boca comenzó a insistir por la derecha. A los 34, Marín mandó un centro pasado al área, conectó Andrés Chávez y tocó Calleri, pero salvó el uruguayo Sebastián Martínez.
La única oasión propicia de Quilmes en el capítulo ocurrió a los 28 minutos, con un cabezazo alto de Sergio Hipperdinger, tras centro de Arnaldo González.
El segundo período comenzó con las mismas características que el anterior. Boca tuvo su primera chance a los 4 minutos, con un tiro libre de Colazo, que desvió el arquero Silvio Dulcich al córner. Y dos más tarde, llegó el gol. Fue una recuperación de Fernando Gago en la mitad ante una mala salida de Quilmes, Chávez comenzó una larga corrida al área por izquierda y tocó hacia el sector opuesto para Carrizo, quien disparó, pero la pelota tocó en su trayectoria en Carli para superar a Dulcich.
Desde entonces y hasta el final, el transcurrir del encuentro fue monótono, con Boca que no forzó las acciones y Quilmes no le encontró soluciones a su problema en los cambios.
En los últimos 20 minutos, Quilmes tuvo más la pelota, pero sólo produjo mediano riesgo en dos oportunidades: a los 28, con una corrida de Sebastián Romero, quien perdió en velocidad ante Magallán, permitiendo la salida de Agustín Orion, y, a los 42, cuando Emiliano Carrasco cabeceó muy alto un tiro libre de Nicolás Cabrera por derecha.
En definitiva, Boca se reencontró con un triunfo imprescindible, pero su nivel planteó más dudas que certezas.