Hace pocos días se ha realizado en Mendoza una importante final entre los equipos más tradicionales del fútbol argentino, Boca-River, y esta semana tiene lugar la 59ª Asamblea del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Si a ello agregamos la Fiesta de la Vendimia. la carrera de autos clásicos "Por los Caminos del Vino" y el encuentro anual de motos Harley Davidson, se puede concluir que la provincia está viviendo un marzo excepcional en materia turística.
Por ello resulta oportuno realizar algunas consideraciones sobre la importancia económica, social y cultural de estos eventos.
Sobre la Fiesta de la Vendimia cabe señalar que colmó la ciudad y alrededores de visitantes, no sólo de nuestro país sino con una presencia de extranjeros cada vez más importante.
El partido Boca-River jugado en el Estadio Malvinas Argentinas ha sido un acontecimiento económico de magnitud. Así lo reconocía un empresario hotelero señalando que el partido de fútbol, en su caso, había sido más importante que la Vendimia.
Es una obviedad señalar que el fútbol es "pasión de multitudes" y que moviliza en ese sentido, unas veces para bien y otras no, cuando la violencia se apodera de las hinchadas, estimuladas por ese mal endémico denominados "barrabravas". Esta vez afortunadamente, y a consecuencia de eficientes dispositivos de seguridad y organizativos, estos hechos fueron mínimos, cosa que hace bien a la provincia. La pasión por el fútbol atraviesa todos los estamentos sociales, moviliza a los populares, medios y altos de la sociedad. A su alrededor giran importantes intereses económicos (y políticos) de todo tipo, que van desde los puestos de venta en los alrededores del estadio, a personajes que manejan grandes sumas de dinero como los representantes de jugadores, que son muchos.
Un partido como el realizado aquí implica la presencia de centenares de periodistas de todo tipo de medios, fotógrafos, camarógrafos. Las transmisiones televisivas y radiales ponen por horas la imagen de la provincia no sólo en el resto del país, sino en numerosos lugares del mundo. Si esa imagen muestra un estadio colmado con la presencia de las dos hinchadas conviviendo pacíficamente, mejor aún. Los hoteles estuvieron llenos, restaurantes y bares rebosantes. El negocio mueve millones y "derrama" en muchas direcciones, en muchos casos poco visibles.
El caso de la Asamblea del BID, de naturaleza muy diferente, tiene consecuencias económicas similares a los eventos citados, a las que hay agregar que se trata de un notable evento cultural, tanto por los asuntos a tratar como por la calidad de los participantes. Concurren muchas personas de afuera y también muchos son los mendocinos participantes. En total más de seis mil personas intervienen en los actos y conferencias, mientras que han venido periodistas de todas partes.
La reunión del BID, por su naturaleza, tiene un enorme impacto en la promoción de nuestra provincia en el mundo.
Seguramente muchos de los visitantes no sólo conocieron la ciudad sino que recorrieron bodegas y gozaron con nuestros bellos paisajes.
Desde la óptica económica volvemos a ver el "derrame". Basta ver la cantidad de empresas de todo tipo que participan: desde el transporte al acondicionamiento de la infraestructura donde se realizan las reuniones. Justamente un empresario del transporte contratado señala el valor de sumar prestigio y antecedentes.
De singular importancia fueron las declaraciones de una funcionaria del BID encargada de la organización: "Estamos impresionados con el trabajo y el nivel de infraestructura que encontramos en Mendoza. Podría decirse que hablamos el mismo lenguaje tecnológico y las condiciones responden al estándar de calidad del Banco". Como siempre algún punto gris, la demora para retirar los equipos tecnológicos de la Aduana en Buenos Aires. Sin embargo, los resultados están a la vista, y en general han sido más que positivos para la promoción provincial.
Finalmente ¿cómo no admirar la belleza de los autos clásicos y las motos Harley y, para ver la importancia económica, pasar por algunos hoteles? Otra vez las bodegas están en el centro de la escena.
