Boca Juniors, seis veces campeón, alcanzó esta noche una gran victoria 2-0 sobre Palmeiras de Brasil, en la ida de una de las series semifinales de la Copa Libertadores, el certamen regional más importante.
El equipo dirigido por Guillermo Barros Schelotto se llevó el triunfo a partir de una gran actuación del goleador Darío Benedetto. El centrodelantero convirtió a los 38 y 43 minutos del segundo período.
El partido fue muy parejo durante la primera etapa. Palmeiras se mostraba muy firme en todas sus lineas y Boca no podía generar situaciones de gol para abrir el marcador. El desarrollo resultó cortado, bastante friccionado, sin demasiados espacios para asociarse con criterio.
En el comienzo de la segunda mitad, Boca creció ligeramente a partir del ingreso del colombiano Villa y Palmeiras adoptó otra postura en relación a la primera mitad.
Comenzó a defenserse en su propio campo y eso posibilitó que el equipo conducido por Guillermo Barros Schelotto se acercara y jugara en las proximidades del arco defendido por Weverton. A medida que el período final transitaba, la sensación que invadía a la repleta Bombonera estribaba en que la paridad solamente podía romperse con una jugada de pelota parada. Y así llegó el primer gol.
Tras el córner ejecutado por Olaza, Benedetto se elevó en el área, metió el frentazo y estampó el desnivel que festejó todo el pueblo auriazul como una suerte de desahogo.
Y si ya era bueno lo aportado por el 'Pipa' Benedetto, el corolario arribó en el minuto 43, cuando el atacante recibió de Pablo Pérez, ensayó una lujosa pisada ante un defensor y despachó un violento remate, bajo y al palo derecho de Weverton, que se tradujo en el segundo gol.
Con este trinfunfazo, Boca viaja a Brasil con el autoestima muy alta y con una diferencia -que si bien no es definitaria- lo acerca a la final de la Copa Libertadores.
La revancha se jugará el miércoles 31 en el estadio Allianz Parque de San Pablo, a partir de las 21.45.
Andrada intensifica su recuperación
Esteban Andrada tiene la ilusión de que su equipo llegue a la final para soñar con la chance de volver al arco. Lesionado en el partido de ida contra Cruzeiro (cuartos de final), cuando Dedé le rompió la mandíbula de un cabezazo, Andrada trabaja desde entonces con la ilusión de regresar lo antes posible.
Ya no siente dolores y el martes empezó a intensificar sus trabajos, sumando la pelota a sus rutinas en el campo de juego, y con especial cuidado en la zona de la fractura. "Lo más importante es que el club pueda llegar a la final. Apoyo desde afuera, aunque uno siempre quiere estar. Vamos mejorando y espero estar pronto para ser tenido en cuenta", dijo el '1'.