"En 2004 me pasó algo muy grave, nació mi hija con muchísimos problemas. Tuvo menigitis, le produjo hidrocefalia y una gran infección. Nos dijeron que iba a quedar postrada en una cama, en estado vegetativo. No dije nada en Boca, estaba en un buen momento, pero mi cabeza no estaba en orden y fui decayendo", contó Pablo Jérez.
Lógicamente, la salud de su hija pasó a ser su prioridad, a sabiendas de la gravedad de la situación. Pero además, el factor económico comenzó a ser una preocupación cada vez mayor para el lateral. "Estoy al borde del retiro y el gremio solo acapara a los futbolistas activos. Se nos va a venir una jodida. Tuve que vender las camisetas para apaciguar los remedios de mi hija", confesó Jeréz, a quien la vida le cambió por completo, pero que pelea para poder salir adelante.
Después de que el drama de Pablo Jerez se viralizara y tomará repercusión, el lunes se dio a conocer que el lateral había conseguido un trabajo en una constructora, que le iba a permitir retirarse del fútbol y seguir teniendo la obra social para cubrir los gastos de la enfermedad de su hija.
Sin embargo, el lateral finalmente tuvo que dar marcha atrás en la decisión y explicó los motivos que lo llevaron a tener que rechazar la propuesta: "Me entró la duda cuando todo era sin un papel de por medio y yo no lo quise hacer así. No llegué a un acuerdo, pero igual lo valoro",
"Yo estoy agradecido a este muchacho porque nos quiso ayudar y hasta se ofreció a llevar a Zoe a Cuba para realizar un tratamiento de regeneración del tejido del cerebro", expresó el jugador, que continuará con su búsqueda laboral para poder pagar los tratamientos de su hija.
En la recta final de su carrera, su testimonio sensibilizó y movilizó a más de uno. Boca no fue la excepción.
Desde la mutual de ex jugadores del club le aumentaron la subvención para que pudiera costear los gastos de su niña. Paralelamente, el actual plantel dirigido por Gustavo Alfaro también planifica tener un gesto solidario con el lateral derecho que consiguiera la Libertadores 2003, la Intercontinental del mismo año y la Sudamericana 2004.
"Después de tres años de tanta lucha pudimos conseguir su pensión. Más que nada por si ahora en junio yo no consigo club, que ella tenga su obra social del estado para llevar los gastos de los remedios", reveló el futbolista de 36 años que se desempeñó la última temporada en Midland, de la Primera C.
Sebastián Orión, hermano del ex arquero xeneize y dirigente del club del ascenso en el que milita, advirtió que le renovarán su contrato las veces que sea necesario para que no pierda los beneficios como futbolista activo y, por ende, la obra social para su hija.
Y Nicolás Burdisso, manager de Boca que fue también compañero de Jerez en la época dorada de Carlos Bianchi como entrenador, se puso en contacto inmediatamente al hacerse pública su historia. Y a través del contacto telefónico diagramaron la visita del lateral derecho al Complejo Pedro Pompilio, donde se entrena el plantel.
A través de las redes sociales de la entidad de la Ribera hicieron hincapié en un "futuro cerca del club" para Jerez.
