Después de 363 días de aquella polémica final de la Copa Argentina ganada por Boca Juniors a Rosario Central, ambos equipos se volverán a enfrentar hoy en el estadio Mario Kempes, esta vez por cuartos de final, y con el objetivo de ganar el torneo que clasifica a la Libertadores 2017.
Aquella recordada final fue el 4 de noviembre del año pasado, cuando el Boca que dirigía por entonces Arruabarrena venció a Central por 2 a 0 y obtuvo su segundo trofeo ese año, porque ya era campeón del torneo de Primera División, en un partido que terminó en escándalo y con serias acusaciones de todo Rosario Central ante el mal arbitraje de Diego Cevallos.
El árbitro, en esa caliente noche cordobesa, cobró un penal en una infracción afuera del área y un gol en posición adelantada favorables al equipo boquense, ambos compartiendo la responsabilidad con Marcelo Aumente, el árbitro asistente número dos.
Aquel encuentro le costó a Cevallos ser sancionado y no dirigir más en primera división, pero también quedó sobre su historia profesional la mancha de una actuación para el olvido y teñida por la sospecha que es materia común en el fútbol argentino.
El cruce del fixture quiso que casi un año después, otra vez “Xeneizes” y “Canallas” se vean cara a cara y que los recuerdos de la final pasada pese en el ambiente y en la tensión de un encuentro en el cual la actuación del arbitro Patricio Loustau será seguramente más observada que la de los 22 jugadores que lo protagonizarán.