Sufrido y ajustado triunfo por 1-0 logró Boca Juniors en su cancha sobre Estudiantes de La Plata en un partido cuyo nivel no pasó de discreto y marcó el regreso de Juan Román Riquelme, tras casi tres meses, y el Diego Rivero, después de casi un año, además del debut de Diego Perotti, como así también el unánime y conmovedor apoyo al director técnico Carlos Bianchi.
La salida del Virrey a la cancha constituyó la primera nota saliente de una tarde en la cual Boca concretó un resultado imprescindible para despegarse de los últimos puestos de la tabla de posiciones.
No fue una producción lucida del cuadro de la ribera, cuyo mayor mérito fue la predisposición con la que encaró el juego y el aprovechamiento de una de las pocas oportunidades con las que contó y el esfuerzo para mantener el resultado.
Por su parte, Estudiantes estuvo lejos de justificar su posición de líder del Torneo Final, no encontró fórmulas ofensivas para inquietar al adversario y sólo la vigencia de Juan Sebastián Verón lo mantuvo en competencia hasta el final.
En el capítulo inicial faltó profundidad por parte de los dos equipos, pero en los primeros 25 minutos Estudiantes se acomodó mejor en la mitad de la cancha.
En el último segmento de la etapa inicial el conjunto de Bianchi tomó la iniciativa, contó su primera oportunidad neta en el minuto 36, cuando a Acosta le quedó un rechazo corto tras un buen remate desde fuera del área que desvió Gerónimo Rulli y terminó en tiro de esquina.
En su mejor momento Boca logró la apertura del marcador a los 42, con un córner que Gago ejecutó desde la derecha a primer palo para un gran anticipo de Gigliotti, quien cabeceó girando el cuello y venció a Rulli.
Estudiantes pareció salir desconcentrado al segundo tiempo y Boca estuvo tres veces próximo a aumentar la diferencia, todas ellas salvadas por el muy buen arquero Rulli.
Después Estudiantes comenzó a poseer la pelota, pero en ataque nunca exigió, mientras que a Boca le faltó precisión para capitalizar los contraataques que se le ofrecían.
La primera situación de riesgo concreto para la valla de Agustín Orion ocurrió en el minuto 30, con una chilena de Patricio Rodríguez por encima del travesaño.
Las otras ocasiones para los visitantes derivaron de tiros libres de Verón muy bien colocados. A los 32, por un giro de Guido Carrillo, con remate mordido que tapó Orion y, a los 38, con un cabezazo de Román Martínez.
Riquelme ingresó en el minuto 33, se situó como el hombre más adelantado de Boca y a los 41 estuvo a punto de poner un broche de oro, cuando después de una mala salida de Leonardo Jara recibió en el área un pase perfecto de Rivero, pero su remate a la carrera resultó elevado.
De todos modos, fue el domingo que Boca necesitaba para empezar a levantarse.