En la Cámara de Diputados ayer no volaba una mosca, pero de los celulares de los diputados salían chispas. Sobre todo de los del Frente para la Victoria-PJ.
Es que la bancada que preside Héctor Recalde aún no tomó postura sobre el desafuero de Julio de Vido que pidió esta semana la Justicia y se tratará en sesión la semana que viene. Y el asunto divide al bloque.
Algunos diputados del FpV, como José Luis Gioja, insinuaron que hay que aprobar la quita de fueros, y otros propondrían una defensa al exministro de Planificación de Néstor y Cristina Kirchner con el argumento de que el pedido del juez, librado a instancias de la Cámara Criminal y Correccional Federal, tiene fines electoralistas.
El bloque kirchnerista tomará una postura formal tras un encuentro convocado para el martes, antes de la reunión de la comisión de Asuntos Constitucionales, en la cual Cambiemos, el massismo y el Bloque Justicialista firmarán el dictamen favorable a la quita de inmunidades al exministro. Al día siguiente este dictamen será sometido a votación en una sesión especial.
Diputados del FpV-PJ, en estricto off the record, señalaron que el pedido judicial los pone en una situación muy incómoda porque no solamente reclama quitarle las inmunidades a De Vido sino que ordena su detención para que declare por el supuesto desvío de 265 millones de pesos por obras inconclusas en la mina de carbón de Río Turbio.
Es decir que si los diputados del FpV aprueban el pedido del juez no sólo le estarían quitando los fueros sino que le estarían abriendo la puerta del calabozo.
En el bloque kirchnerista ensayan argumentos para una posible defensa al multiprocesado exfuncionario: que pese a estar denunciado en unas 130 causas de corrupción no tiene ninguna condena que amerite su desafuero y que, además, su detención sería improcedente porque violaría el derecho a defensa y no hay peligro de fuga, porque De Vido se ha presentado a todas las audiencias a las que fue citado.