Los presidentes de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, y de la UEFA, el francés Michel Platini, fueron sancionados con ocho años de suspensión y no podrán ejercer ninguna actividad relacionada con el fútbol, administrativa, deportiva o de cualquier tipo, según un fallo emitido hoy por el Comité de Ética del máximo organismo mundial del fútbol.
La sanción entra en vigor "de forma inmediata" y es válida en el ámbito nacional e internacional; además Blatter deberá pagar una multa de 46.000 euros y Platini otra de 74.000 euros, pero han evitado, al menos, el cargo de corrupción que les hubiera supuesto una suspensión de por vida.
Ambos dirigentes, que en octubre pasado habían sido sancionados provisionalmente durante 90 días, ya confirmaron que recurrirán la sanción ante el Comité de Apelación de la FIFA y posteriormente al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS).
Sin embargo, los plazos legales harán imposible que Platini, de 60 años, pueda presentarse a las elecciones presidenciales de la FIFA del 26 de febrero de 2016 para ocupar el puesto que fue de Blatter, de 79 años, durante 16 años (1998-2015).
La causa de la sanción fue el pago de 1,8 millones de euros que Blatter hizo en febrero de 2011 a Platini, ex jugador del seleccionado francés de fútbol y de la Juventus, por un supuesto trabajo para la FIFA desempeñado entre 1999 y 2002.
Según el comunicado del Comité de Ética, presidida por el alemán Hans Eckert, ninguna de las pruebas presentadas fueron suficiente para establecer que el dinero tuviera base legal, aunque tampoco que fuera fruto de un soborno o un chantaje entre los dos dirigentes.
"Ni en su escrito de defensa ni en su declaración ante el tribunal pudieron demostrar que este pago tenía una base legal en el acuerdo firmado por ambos dirigentes el 25 de agosto de 1999", reza el comunicado, que agrega que la versión de Blatter de un "acuerdo verbal" con Platini "no resultó convincente y fue rechazada".
El Comité consideró que el suizo y el francés violaron los mismos artículos referidos a recepción de regalos, conflicto de intereses, lealtad y reglas de conducta.
"Estoy avergonzado de cómo ha ocurrido todo esto, de que el Comité de Ética no haya tomado en cuenta las evidencias", afirmó Blatter, antes de desafiar que "incluso suspendido" sigue "siendo el presidente" porque una separación definitiva de sus funciones "es una atribución que sólo tiene el Congreso de la FIFA".
'Sep' se mostró dolido por la sanción y anticipó que dará pelea en los tribunales: "Voy a luchar por restaurar mis derechos y que el 26 de febrero pueda presidir el Congreso de la FIFA".
"Hoy estuve triste, pero voy a luchar porque no es posible que algo así ocurra después de cuarenta años al servicio de la FIFA. Nos presentan como unos mentirosos, pero por qué no nos creen. Es una cuestión de respeto y de justicia", señaló.
Por su parte, el ex astro francés sentenció que "estaba convencido de que mi suerte ya estaba echada antes de la audiencia del pasado 18 de diciembre y de que este veredicto no es más que el revestimiento patético de una voluntad de eliminarme del mundo del fútbol".
Platini dijo que no sólo apelará ante el TAS sino también "llegado el momento, ante la justicia civil" para que se lo indemnice por el daño recibido. Añadió que su comportamiento como directivo "siempre ha sido irreprochable", por lo que permanece "en paz" con su conciencia.
La sanción a ambos dirigentes se produce en el marco de la crisis de corrupción más grande de la historia dentro de la FIFA, que tiene a unos 30 dirigentes de la UEFA, Concacaf y Conmebol presos y acusados de corrupción por parte de la fiscalía general de Estados Unidos.
El Departamento de Justicia de ese país asegura tener pruebas de millonarios sobornos por venta de derechos de TV y de compra de votos para elegir las sedes de los mundiales desde Alemania 2006 hasta Qatar 2022.