Correcciones manuscritas de Jorge Luis Borges, una carta de Gabriel García Márquez, primeras ediciones, la colección completa de la Revista Sur y curiosas dedicatorias son apenas las primeras joyas que emergen en estos días de la vasta biblioteca de los escritores argentinos Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo.
Muchos años después de la muerte de Bioy Casares (1914-1999) y de Ocampo (1903-1993), este tesoro literario llegó en 2017 a la Biblioteca Nacional de Argentina. Actualmente se exhibe allí un adelanto del contenido de las "cajas número 26", donde el librero Alberto Casares reunió el material que consideró más valioso.
La donación consta de 10 lotes de 33 cajas cada uno, con un total de unos 17.000 ejemplares. “Es sin lugar a dudas la última gran biblioteca de autor argentina que ha quedado junta en el país”, afirma el investigador de la Biblioteca Nacional Germán Álvarez.
Álvarez y su colega Laura Rosato, especializados desde hace años en la investigación de materiales borgeanos y autores del catálogo “Borges, libros y lecturas”, evaluaron el material en el depósito donde permaneció muchos años antes de que arribara finalmente a la Biblioteca Nacional que dirige hoy Alberto Manguel.
Rosato explicó que la donación “es importante en número, en la calidad de las figuras que representan los libros. Estamos hablando de la biblioteca de Borges, de Bioy Casares y de Silvina Ocampo, con las ricas vidas literarias, con las familias que cada uno de ellos tiene y que se representan en esa biblioteca”.
El autor de “El Aleph” -quien cultivó una legendaria y extensa amistad con Bioy- armaba “como una red de intercambio libresco”, analiza Álvarez. Por lo tanto, “la biblioteca de Bioy iba a ser el gran reservorio de este intercambio, de este desprendimiento de la biblioteca de Borges”.
Los equipos de la Biblioteca Nacional trabajan actualmente en la restauración de la colección donada de manos privadas. Su destino final será el Centro de Estudios y Documentación Jorge Luis Borges, dirigido por Álvarez y Rosato. Las “cajas 26” también revelaron un amplio entramado de amistades literarias. García Márquez le dedica a Bioy un ejemplar de su discurso de aceptación del Nobel de Literatura “La soledad de América Latina”.
Bioy -hijo único de una familia de estancieros acaudalados- y Silvina -hermana de Victoria Ocampo y una de las voces más singulares de las letras argentinas- también recibieron volúmenes dedicados de compatriotas como Ernesto Sabato (“Tres glosas”) y Oliverio Girondo (“Campo nuestro”). Alejandra Pizarnik, en tanto, le envió a Ocampo un ejemplar de “Extracción de la piedra de la locura” con un collage.