El rey Salmán de Arabia Saudí nombró ayer a su hijo Mohamed como nuevo príncipe heredero, confirmando su ascenso en un contexto de crisis abierta con Catar y estancamiento de la guerra en Yemen. Según un decreto real, el soberano destituyó a su sobrino, el hasta ahora príncipe heredero Mohamed Bin Nayef, para remplazarlo por su hijo de 31 años.
Abrió así la vía a la segunda generación de la dinastía Al Saud para acceder al trono de esta monarquía ultraconservadora del Golfo y primera potencia petrolera del mundo.
Convertido en el dirigente clave del reino tras la llegada de su padre -ahora de 81 años- al poder en enero de 2015, el joven Mohamed Bin Salmán confirma así su meteórico ascenso desde que fue nombrado ministro de Defensa.
Según el decreto real, ahora es nombrado además vice primer ministro.
Por su parte, el príncipe Mohamed Bin Nayef, de 57 años y apreciado en Occidente por su acción contra los grupos extremistas, fue destituido de todas sus funciones: además de príncipe heredero, era hasta ahora vice primer ministro y ministro de Interior.
En la cartera de Interior, le remplazará el príncipe Abdel Aziz Bin Saud por decisión del rey. La bolsa saudí recibió favorablemente estos nombramientos, con una disparada de más de 5,5% al cierre.
El emir de Kuwait, el jeque Sabah Al Ahmad Al Sabah, fue el primer dirigente extranjero en felicitar al nuevo príncipe heredero.
Donald Trump también lo felicitó, mientras que la Casa Blanca afirmó en una nota que el presidente estadounidense y el príncipe “se comprometieron a cooperar” para promover “la seguridad, la estabilidad y la prosperidad”.
El príncipe Mohamed pasa a ser el “gobernante de facto” del poderoso reino, una decisión para reforzar a la dinastía Saud “en plena incertidumbre en la región” explicó Andreas Krieg, del departamento de estudios de Defensa del King's College de Londres.
El muy influyente comité de grandes ulemans saudí aplaudió por su parte la “buena elección” del rey Salmán.
Según un alto responsable saudí, el destituido príncipe heredero avaló el nombramiento de su sucesor en una carta escrita al monarca.
La televisión estatal difundió imágenes que mostraban a los dos hombres besándose tras el anuncio, que se hizo al amanecer. El antiguo y el nuevo príncipe heredero intercambiaron palabras de cortesía.
“Voy a descansar ahora. Que Dios te ayude”, lanzó el príncipe Mohamed Bin Nayef. A lo que su sucesor respondió: “Que Dios te ayude. Nunca ignoraré tus consejos”.
El soberano saudí invitó a los miembros de la familia real, a altos responsables y ciudadanos a reunirse anoche en su palacio de la Meca, en el oeste del país, para jurar lealtad al nuevo príncipe heredero.
Las exigencias a Catar
Arabia Saudita y sus aliados confeccionaron una lista de demandas para presentar a Catar, anunció ayer Washington, al tiempo que el presidente Donald Trump evocaba el tema con el nuevo príncipe heredero saudí. La decisión fue tomada luego de que Estados Unidos incrementara sus esfuerzos para resolver el riesgoso conflicto surgido entre Catar -sede de la mayor base aérea estadounidense en Medio Oriente- y sus aliados, liderados por Riad.
“Esperamos que la lista de demandas sea presentada pronto a Catar y que sea razonable y aplicable”, dijo el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson.
“Apoyamos la mediación de Kuwait y esperamos que este asunto se encamine a una resolución”, agregó el jefe de la diplomacia estadounidense, quien fue encargado por Trump de seguir y ayudar a poner fin a una crisis en la que se enfrentan aliados clave de Washington.
Arabia Saudita y sus aliados rompieron sus relaciones con Doha el 5 de junio, acusando a Catar de “apoyar a organizaciones extremistas” y de acercarse a Irán, gran rival de las petromonarquías sunitas de la región, afirmación negada por el emirato.
Desde el estallido de la crisis, Washington ha dado una de cal y una de arena. En un primer momento, Trump pareció apoyar el aislamiento contra Catar, al que acusó de financiar “el terrorismo a un muy alto nivel”.
Sin embargo, el Departamento de Estado y el Pentágono se han prodigado en llamados a la calma y al diálogo. La portavoz de Tillerson, Heather Nauert, pidió a las partes que resolvieran sus diferencias.
“Ahora que han pasado más de dos semanas desde que comenzó el embargo, estamos desconcertados porque los Estados del Golfo no han dado a conocer a los cataríes ni a la opinión pública los detalles de los reclamos que están haciendo a Catar”, dijo.
“Cuanto más tiempo pasa, más dudas se plantean sobre las medidas adoptadas por Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos”, agregó, en un significativo golpe a dos de los aliados más cercanos a Washington.
Sorpresa general
El príncipe Mohamed bin Salman, de 31 años, se ha convertido en el heredero del trono saudí. El decreto real sobre su nombramiento se conoció al alba, para sorpresa general de los sauditas.
Nació el 31 de agosto de 1985. "Es claramente brillante, muy inteligente, domina perfectamente los dosieres" y tiene una gran influencia sobre su padre, el rey Salman, de 81 años, afirma un diplomático occidental.
Desde que fue nombrado vicepríncipe heredero el 29 de abril de 2015, Mohamed bin Salman fue el artífice de la intervención saudí en Yemen y propulsor de un ambicioso programa de reformas económicas de su país, principal exportador de petróleo pero demasiado dependiente de este recurso.
Es osado y lo demuestra. Transgredió un tabú al proponer la venta en bolsa de menos del 5% del gigante petrolero Aramco para dotarse de un fondo soberano de dos billones de dólares, el más grande del mundo.
Este joven de barba negra y calvicie incipiente trabaja 16 horas diarias y dice que su madre lo educó estrictamente. Tiene la reputación de ser un reformista apurado.
El nuevo príncipe heredero acumula los puestos de vice primer ministro, titular de Defensa, asesor del rey y preside el consejo de asuntos económicos y de desarrollo, que supervisa la Saudi Aramco, principal productora de petróleo del mundo.