La información había sido adelantada por Los Andes y fue ratificada por el Gobernador de la provincia durante el discurso del 1 de Mayo ante las Cámaras legislativas: habrá concursos para el ingreso a la administración pública y también para los ascensos dentro de la carrera de trabajadores estatales.
Una medida más que oportuna en razón de que iguala para todos las posibilidades de ingreso a un trabajo, situación que antes estaba destinada a aquellos que llegaban a través de las "recomendaciones" de alguien con determinado poder político.
Durante muchos años, incluyendo en ellos a distintas gestiones gubernamentales, el Estado se había convertido en una verdadera "bolsa de trabajo" para quien se impusiera en las elecciones. Era cuestión de contar con un aval político para ingresar a una actividad laboral que inclusive otorga la ventaja de otorgar estabilidad en el cargo, situación que no se plantea en la actividad privada.
Se daban casos inclusive en que ingresaban en carácter de asesores -especialmente en la Legislatura provincial- y con el correr del tiempo iban ubicándose en las diferentes vacantes que se producían por retiro o jubilación de quienes sustentaban el cargo.
Hubo a lo largo de los años decenas de promesas en el sentido de modificar la situación. Cabría señalar que en 1969, durante la gestión de José Eugenio Blanco, se convocó a concurso para cubrir las vacantes que se produjeron en distintos estamentos de la administración pública. La convocatoria fue publicada en los medios de difusión y los exámenes se tomaron en el colegio Martín Zapata. A modo de premio, quienes ocuparon los 10 primeros lugares en el concurso tuvieron la oportunidad de elegir el lugar dónde trabajar y a partir de allí era el Gobierno el que determinaba el destino laboral. Fueron más de 300 los cargos que fueron cubiertos.
A partir de allí varios gobernadores intentaron hacer lo propio pero no lograron su objetivo. Quien más pudo avanzar en ese sentido fue José Octavio Bordón, pero en el curso final de la iniciativa y en momentos de iniciar su implementación, una presentación efectuada por los gremios estatales evitó su concreción.
Quizás tomando como base esas experiencias es que el gobernador Alfredo Cornejo decidió actuar de modo diferente. En junio del año pasado se llamó a concurso para cubrir 185 cargos jerárquicos en los hospitales Central, Notti , Lagomaggiore y Schestakow, un proyecto que venía gestándose desde que la Suprema Corte de Justicia había sentenciado en una causa iniciada por Ampros, en la que se reclamaba el cumplimiento de los concursos acordados entre los gremios y el gobierno de Cobos, en 2007, con ratificación en la Legislatura.
Con posterioridad se realizaron concursos para el ascenso a subdirecciones, jefes de departamento o de división en distintos estamentos en los cuales participaron 139 aspirantes para ocupar 10 vacantes. Nueve de los cargos tuvieron un final exitoso y sólo uno fracasó, el que fue convocado para cubrir el cargo de jefe de Estadísticas Municipales, en el ministerio de Economía, Infraestructura y Energía.
A pesar de que los dos pasos previos habían logrado un muy buen resultado, el gobernador decidió además efectuar una consulta con los gremios para evitar sorpresas.
La intención -según se señala- es la de cubrir entre 100 y 150 vacantes en distintos ministerios y en todos los casos los aspirantes deberán haber cursado en el flamante Instituto Provincial de la Administración Pública, cuya creación fue anunciada por el ministro de Gobierno.
Es de esperar entonces que la iniciativa logre los objetivos buscados y que el ingreso a los cargos en el gobierno se produzcan por capacidad y no por decisiones que no hicieron más que sumar gente a las superpobladas oficinas del Estado.
