Mauro Orué se ha convertido en algo así como un verdugo del Deportivo Maipú. Es que con el tanto agónico que le convirtió ayer al Cruzado para darle la victoria 2-1 y desatar la euforia del pueblo lasherino, el lateral derecho ya le convirtió tres goles al Botellero.
Surgido de las divisiones inferiores de Godoy Cruz, el defensor de 25 años, llegó a Gutiérrez en julio de 2014 y dos años después le convirtió su primer gol al Cruzado en un 2-2 disputado en el Omar Sperdutti.
Tras un paso por Santamarina de Tandil en 2017, Orué desembarcó el año pasado en Las Heras para volver a transformarse en una pesadilla para Maipú. Sobrino del ex futbolista Sergio Aldunate, parece que Mauro lleva este antecedente en los genes.
Es que el propio Sergio recordó ayer que Carlos Sperdutti lo llevó a Maipú por un gol que le convirtió jugando para Lavalle en la década del '90. Y sí, todo un bien de familia...