Claudio Daniel Borghi es uno de los 43 campeones del mundo que tiene el bendito fútbol argentino. Radicado en Santiago de Chile desde hace varios años y alejado de la dirección técnica, despunta el vicio como comentarista de radio y televisión. Y en tiempos de cuarentena, se hizo un tiempo para dialogar de todo con MÁS Deportes.
"A Mendoza iba seguido porque cuando viajaba en auto a Buenos Aires, paraba en Mendoza. A veces me iba de Santiago a Mendoza y las veces que podía paraba en San Luis, pero a la vuelta siempre hacía noche en Mendoza y después venía a Santiago", dice antes de contar una anécdota que tiene que ver con uno de esos tantos viajes y que luego derivó en la crítica a Jorge Sampaoli cuando era DT de la Selección:"Esa frase -"chancho arriba del árbol porque nadie sabe cómo llegó tan alto"-fue un chiste que contó un humorista en un programa de radio Nihuil (NdR: el Profesor Ácaro). Iba en el auto y me maté de risa. Así que esa una frase cien por ciento mendocina", cuenta.
-¿Cómo te sentís en el nuevo rol de comentarista de fútbol?
-Bien. Trabajo en una radio, que es la Radio del Rock (Futuro FM 88.9). Al principio nos puteaban porque cortábamos la música, pero después prendió bien a pesar de que es un espacio de apenas una hora.
-¿Te gusta más la radio?
-La radio es un pasatiempo muy importante y tiene una penetración muy grande en gente. Y el canal es un poco más complejo porque estoy todos los días en un panel de comentaristas y periodistas, y los fines de semana hago un partido de fútbol y el domingo a la noche, el show de goles.
-¿Ahí también se arman peleas entre los panelistas?
-No, tenemos un programa donde analizamos todos los partidos del campeonato. A veces hay discusiones porque opinamos distinto, pero acá no se grita ni se falta el respeto. La idiosincrasia del país es otra. Ni mejor ni peor, pero acá en Chile las peleas no prenden.
-¿Te molesta las peleas y polémicas que se arman acá?
-Las discusiones son buenas siempre y cuando haya fundamentos. No discuto ni de política ni de fútbol porque en ambos hay fanatismo. Estamos más para analizar que para discutir.
-¿Te sentís un periodista?
-No. Trabajo en los mundiales para un canal que va para todos los latinos que viven en Estados Unidos y la idea es distinta a analizarlo desde la óptica de un periodista. Me piden que sea claro y simple en los conceptos para que todos entiendan el juego.
-¿Sos de los que piensan que para analizar el fútbol es indispensable haber jugado?
-En algunas cosas sí, como cuando se opina sobre si pateó bien o si puso bien el pie o si la jugada era de fácil o difícil resolución. Igual, yo trato de no hacerlo porque ¿cómo puedo demostrar que sé más de fútbol que vos? Los sistemas y las palabras difíciles se pueden aprender, el tema es imaginarlo, razonarlo, pensarlo y ponerlo en práctica. El fútbol y el sexo son iguales, todo el mundo cree que lo hace bien, pero es algo incomprobable.
-¿Y el Borghi DT dónde está?
-El entrenador está en un compás de espera. Porque hago lo mismo sin tener que trabajar diariamente en el campo. Hoy mi trabajo es ver el fútbol como un entrenador y me contrataron para eso a pesar de que no estoy dirigiendo.
-Lo bueno es que de esta manera no perdés nunca…
-Sí (risas). Tenía un entrenador que me decía ‘yo en la pizarra estoy invicto’. Cuando uno se para delante de un pizarrón y empieza a mover fichitas, es fácil. El problema es que después los jugadores se mueven y se empieza a complicar.
-Pero no me digas que en estos 4 años no te picó el bichito de volver a dirigir...
-Sí, pero es una cuestión de tiempos. Los míos a veces no coinciden con los de los clubes y viceversa. Cuando decido ir a un lugar, lo hago pensando en que voy a estar uno o dos años. Si aparece un club donde tenga la posibilidad de iniciar el año y planificar, sería ideal. Pero eso es muy difícil que ocurra.
-¿Te puso contento que Boca fuese campeón de la Superliga?
-Sí, además lo logró con un cambio de técnico que lo llevó a cambiar el estilo. Siempre digo que los equipos que juegan bien deberían ganar los torneos, algo que no siempre ocurre. Boca es un club especial, en el que estuve y le tengo mucho cariño, pero tampoco soy hincha de Boca. También me gusta mucho el River del ‘Muñeco’ Gallardo, que es el mejor entrenador.
-¿Cómo ves a Riquelme en su nuevo papel como dirigente?
-Hubiese preferido que fuese entrenador o comentarista de fútbol porque es un tipo que sabe mucho. No me lo imaginaba como dirigente de Boca, pero es un camino que él eligió y lo respeto.
-Quizá sea el primer peldaño.
Sí, no sé cuál es su idea. Acá en Chile tuve muchos problemas porque cuando anunció su partido despedida empezaron a llamarme para pedirme entradas como si fuera su representante. Ahí entendí que Román es querido y respetado más allá de cualquier frontera.
-Chile no alcanzó a recuperarse de un cimbronazo social que entró en otro...
-Sí, el golpe económico acá es muy fuerte y no sé cuándo nos vamos a recuperar. El gobierno dice que algunas actividades volverán y mucha gente tiene miedo. En mi caso, que soy diabético, tengo un cuidado especial. Tengo la suerte de seguir trabajando, pero mucha gente lo perdió y hoy el gran dilema es si se mueren de hambre o se mueren infectados con el virus por salir a buscar el mango a la calle.
-¿Cuál ha sido tu relación con el fútbol mendocino?
-De todas las provincias argentinas mi vínculo mayor es con Mendoza por la cercanía con Chile. Con la selección chilena nos tocó estar allí en la Copa América 2011 con una cantidad de chilenos infernal. Además, jugué con el Panza (Videla), con Oldrá, con el Colchón Herrera y con Ereros, que tampoco es mendocino pero jugó mucho tiempo ahí. Argentinos también hizo de local en el estadio Malvinas. Había gente que veía en la provincia un gran espíritu futbolístico.
-A Godoy Cruz lo enfrentaste varias veces como DT...
-Sí, y recuerdo que Godoy Cruz en 2010 fue protagonista del campeonato y jugaba muy bien.
-¿Te llamaron alguna vez para dirigirlo?
-No, jamás.
-Y dada la cercanía con Chile, ¿te gustaría dirigir?
-Mirá, siempre tienen que ver los proyectos de los clubes, que a veces tienen proyectos inmediatos y otras veces, a futuro. Y en Argentina no existe nada a futuro, son todos inmediatos. Entonces, se complica.
-¿Por ahora descartás radicarte otra vez en Argentina?
-Hoy tengo compromisos con la vida, que son mis hijos. Tengo uno (Filippo) de 24 años que está estudiando dos carreras. Una vez que él sea independiente, quizá podamos regresar a la Argentina.
-¿Es mejor que no se haya dedicado al fútbol?
-Jugó un tiempo al fútbol y tenía condiciones. El tema es que le pedían que jugara como yo. Entonces, se dedicó al rugby y hoy juega en Old Reds, un equipo de la máxima categoría del rugby chileno.
-¿Le pedían rabonas?
-No, a veces el apellido limita mucho a la gente. Cuando tu viejo hace algo bien, todo el mundo cree que vos lo podés hacer de la misma forma, y no es así porque todos tenemos estilos diferentes.
-¿De dónde salió la rabona?
-No me acuerdo, pero nunca pateé de zurda y la rabona era un recurso que se transformó en una virtud. Se hizo una costumbre en mí y en la gente, que inmediatamente lo liga a mí.
-¿Volviste a ver la final de la Intercontinental '85 contra Juventus?
-Completo, jamás. Es un partido que si me ponés dos minutos me acuerdo inmediatamente de todo lo que ocurrió y tendríamos que haber ganado. Aunque la Juventus era un gran rival.
-¿Dónde te sentís más ídolo en Chile o en Argentina?
-En Chile estoy muy identificado con Colo Colo y en mi país con Argentinos Juniors. En Colo Colo soy muy querido y no te puedo decir, pero cada vez que voy a Argentina recibo muchos elogios y el reconocimiento de la gente. Y acá en Chile es algo de todos los días, entonces es muy difícil para mí decirte dónde.
-"Siempre fui un tipo raro", dijiste en 2008 en El Gráfico. ¿Seguís siéndolo?
-Sí, en el fútbol soy un tipo raro. Quizá sin sacarle tanto provecho a mi pasado ni a mi nombre, trato de vivir el día a día, camino por la calle como cualquier otro, no me creo ni mejor ni peor que nadie y jamás pongo en antecedentes lo que hice como jugador porque hay mucha gente que no sabe, que no lo vio o que no lo cree. Mi gran virtud es seguir siendo el tipo que fui de chiquito, de un barrio pobre como Castelar.
-El escritor Eduardo Sacheri también es de Castelar. ¿Lo conocés?
-No lo conozco personalmente. He leído sus libros, he visto sus películas y son muy interesantes. Pero es admirador de Bielsa, cosa que me aleja un poco de él, je.
-¿Tan insalvables son tus diferencias con Bielsa?
-No tengo el gusto de conocerlo a Marcelo (Bielsa), pero estoy muy sorprendido por su carrera y por su sapiencia. Igual, en muchas cosas sigo estando en la vereda de enfrente de él.
-¿Y de Sampaoli?
-Estoy más cercano a Bielsa que a Sampaoli, pero más que nada por estilo de vida que por cuestiones deportivas. Bielsa es un señor, un referente. Y Sampaoli es un allegado al fútbol que lo ha hecho bien en la parte deportiva, pero no tanto en lo humano.
-¿El tiempo te dio la razón?
-No, pero yo no estoy en contra de sus métodos deportivos sino de sus medios para llegar a lugares que no corresponden. Tengo dos opiniones de Sampaoli. Una deportiva, que es muy buena, y otra la personal, que no es muy buena. Acá en Chile ganó cosas muy importantes con la ‘U’ y sus equipos jugaron muy bien.
-Pregunta para el hincha. ¿Te gusta el Racing de Beccacece?
-No, cuando agarró Beccacece me hice un poco hincha de Independiente, je je.
-Bueno, al menos hacés fuerza por Pusineri, que trabajó con vos en Argentinos.
-Sí, ojalá le vaya muy bien. Lucas es buena gente, inteligente y muy capaz.
-¿Seguís viendo los partidos sin volumen?
-Lo que pasa es que el comentario determina mucho la forma de pensar de la gente. A pesar de tener un lindo televisor en el living, veo fútbol en la cocina porque puedo fumar y estar tranquilo. Bajo el volumen para analizar las cosas que quiero ver y no lo que me quieren decir.
-¿Cuál es el mejor equipo chileno hoy?
-Universidad Católica. Es bicampeón y el equipo que mejor está trabajando. Increíblemente, Colo Colo está en formación y la ‘U’ de Chile peleó el descenso el año pasado y este año empezó un poco mejor con un entrenador nuevo. Pero Católica y La Calera son los mejores equipos chilenos.
Sobre Diego y el Mundial ‘86
“La medalla está acá en casa, pero aclaro que no es de oro por si me la quieren robar, je. Y la Copa la volví a tocar en el Mundial de Rusia. Fue una sensación indescriptible”, confiesa en el bloque mundialista.
-¿Pudiste tocar la Copa del Mundo?
-Sí, en el ‘86 un poquito porque éramos muchos y había mucha gente. Pero después, como los campeones del mundo tenemos el privilegio de poder tocarla o levantarla, pude hacerlo en una gira de Cafú por Santiago previo al Mundial 2018. Y también en Rusia, donde trabajé para una cadena americana, tuve ese enorme privilegio.
-En ese Mundial jugaste contra Italia y Bulgaria de titular. ¿Te sacó Bilardo o te lesionaste?
-Tuve un desgarro muy grande, pero fue después del partido contra Uruguay. Me infiltraron pero no pude jugar más. Además, se dieron dos circunstancias para que no rindiera: era muy joven, tenía 21 años, y no era un jugador útil para Bilardo.
-¿Volviste a mirar los partidos?
-No tanto. Ahora en el periodo de cuarentena me mandaron una página donde se pueden ver todos los partidos de los mundiales, pero la verdad que no me gusta mirar tanto. Prefiero recordar, pero no miro porque es una nostalgia medio extraña.
-¿Hace mucho que no hablás con Maradona?
-Sí, hacen 6 o 7 años que no lo veo. La última vez fue en un aniversario de la Copa del Mundo y no tengo el gusto de ser su amigo personal.
-¿Si te lo encontrás qué te dice?
-Siempre me trató como “Bichi”. Me conoce de muy chiquito, somos del mismo club y conozco a toda su familia, especialmente a su padre y a sus hermanos. Mantenemos un respeto y cariño mutuo.
-¿Te dio gusto que volviera a dirigir en Argentina?
-Sí, también me dio gusto que algunos clubes le hicieran un homenaje. Me emocionó mucho lo que le hizo Talleres. Ver a grandes figuras del equipo cordobés recibiéndolo me dio mucha alegría porque normalmente hacemos las conmemoraciones cuando la gente ya no está. Y los homenajes hay que hacerlos en vida.
PING PONG
Los mejores DT. "En la formación tuve a Pekerman, Tardivo, como profesional tuve a Bilardo, Menotti, Telé Santana, Arrigo Sacchi. Quizá con el que más aprendí en mi último periodo como jugador fue con Roberto Hernández, que es un chileno. Pero claro, cada época va marcando lo que aprendés. Y cuando uno es joven, uno cree más en lo que hace".
Sus ídolos de chico. "Kempes, Luque, Carrasco, el Bocha (Bochini), Maradona. Los ídolos van variando de acuerdo a la época en la que viste fútbol".
El mejor equipo que dirigió. "Es complicado. Colo Colo 2006 y Argentinos 2010 fueron grandes equipos y más que entrenarlos me dedicaba a mirarlos, je".
¿Messi o Maradona? "Maradona. Si bien son épocas diferentes, las cosas que le vi hacer a Diego no creo que las pueda repetir otro jugador".