Casi 10 cuadras de vallado sobre Lisandro Moyano de Las Heras, culminaban en un gran escenario ubicado en la esquina con Independencia a metros del Campo Histórico El Plumerillo, sitio elegido para la conmemoración central del Bicentenario del Cruce de los Andes que se realizó ayer.
A puertas cerradas en el interior del predio se encontraban el presidente Mauricio Macri, la vicepresidenta Gabriela Michetti, el gobernador Alfredo Cornejo junto a otras 2.000 personas entre políticos, periodistas e invitados especiales.
Mientras tanto afuera, más de 10.000 personas- tal como informaron desde la Policía de Mendoza- vivían una verdadera fiesta caracterizada por el fervor popular, que inevitablemente tuvo un condimento político.
No faltaron los que llegaron para ver a Macri de cerca y poder saludarlo, ni los que buscaban hacer oír sus reclamos y alzaron sus voces con la intención de traspasar paredes. Ambos grupos estuvieron lejos de él, ya que como estaba previsto no salió del Campo y sólo se lo pudo observar a través de las pantalla que se distribuyero en la calle.
Una vez terminado el acto político, comenzó el desfile protagonizado por distintos grupos del ejército que fue seguido con atención por las familias presentes.
“Nosotros vinimos porque tenemos un sobrino que desfila, pero además porque nos encanta que la cultura salga a la calle”, aseguró Roberto Gil quien llegó al lugar acompañado por su esposa y su hija Luisana. Ellos son vecinos de la zona por lo que no fueron ajenos al revuelo que se generó. “Estamos muy felices porque el Campo Histórico estuvo abandonado por más de 20 años y ahora parece que se está empezando a valorar”, expuso el hombre.
Por su parte, Carmen Bustos, mendocina que hoy vive fuera de la provincia aseguró haber participado de todas las jornadas de festejo que comenzaron el domingo. “Ha sido muy hermoso el festival, es una alegría poder festejar este Bicentenario a lo grande”, dijo a la vez que propuso que la actividad se repita todos los años. “Sería muy lindo para poder integrar al calendario del verano”, añadió la mujer.
Al desfile le siguieron los bailes folclóricos protagonizados por 900 bailarines de toda la provincia, ataviados con impecables trajes celestes y blancos. Agitando pañuelos y a puro zapateo y zarandeo eclipsaron al público, mientras los locutores destacaban que el número total supera a la cantidad de artistas folclóricos que actúan en la fiesta nacional de la Vendimia.
“Es impresionante este festejo, la verdad es que estamos muy contentos de poder presenciar este día”, fueron las palabras de Máximo Larrain y Julio Castro, ambos oriundos de Colina en la provincia chilena de Chacabuco. “Tendremos una fiesta similar en febrero, justo en el lugar donde se libró la batalla de Chacabuco”, remarcaron.
Cerca de las 9, las vallas que habían limitado al público fueron retirados y se les permitió avanzar para acercarse al escenario y poder disfrutar cómodamente de los espectáculos artísticos protagonizados por Buena Vista Social Club Cuyano, Sebastián Garay y Soledad.
“Vinimos a ver a la Sole y también a festejar el Bicentenario, así que no importa cuánto la tengamos que esperar” comentaron Cecilia Páez, Laura y Patricia Santos.
Para aquellos que quisieron aprovechar el festejo saboreando platos típicos se instaló una pulpería en calle Cornelio Moyano. Allí se vendía pollo al disco, carne a la olla, empanadas, pasteles, entre otros platos. La oferta se completó con la instalación de food trucks sobre calle Maipú.
“La verdad que nos ha ido muy bien, porque cada noche ha ido aumentando el público de forma considerable. Esperamos que siga así", manifestó Raúl Fernández desde un stand de platos autóctonos.
