Si hubo un jugador de fútbol de salón que le robó sonrisas a propios y extraños fue Humberto Lucero. Magia en una baldosa. El Beto. El número 11. Ese niño que se crió en la calle Pedro del Castillo de Godoy Cruz a 300 metros del club Talleres. Su casa. Su cuna. Su camiseta.
"El Beto Tenía la típica pachorra de los talentosos. Era un jugador pensante y tiempista. Recibía de espaldas y aguantaba muy bien el balón para definir o para esperar a sus compañeros y asistirlos. Era un crack", palabras textuales de su hermano Marcelo, el "Tola", como él se define, su admirador número uno.
Humberto Lucero arrancó a jugar al fútbol de salón en el año 1982 en la baldosas del club Azulgrana. "Se armó un equipo de amigos. Estábamos mucho tiempo en el club. Nos invitaron a jugar y armar un equipo de fútbol y no lo dudamos. En medio de esas conversaciones, fuimos a jugar un torneo a Godoy Cruz. y salimos campeones invictos y de ahí, no paramos", cuenta el gran "Beto" en los quinchos del club Talleres, lugar de encuentro para esta charla imperdible.
Sobre su pasión por el futsal y el club Matador, agregó: "Era un equipo que amaba la camiseta del club. Jugábamos en cancha grande y nos llamaban los Picapiedras. Teníamos un lindo equipo, yo jugaba con mi hermano Omar. Integraba ese equipo Humberto Carra, una gran figura de nuestro basquetbol. Eramos del club. Un año más tarde se sumó Fiti Estrada, Daniel Valls, Mario Basso, estaba Daniel Amore, entre otros. Era una linda banda. En el año 1983, ganamos el primer campeonato y después, metimos dos títulos Nacionales, jugamos sudamericanos. Fue una experiencia y una época imborrable. Fue hermoso. Seré siempre un agradecido de mi vida deportiva. Un privilegiado y eso se lo debo a los valores que me sellaron mi familia y mi viejo sobre todo. Respeto y sacrificio".
Llegó el momento de hablar de la selección Argentina, el astro Matador, se emocionó y contó: "Fue algo impactante que te explota en el corazón. Jugamos el Mundial de 1985 con Fiti Estrada, José Elespe y Edgardo Garbín. Después, tuve la oportunidad de jugar varios sudamericanos y en el año 2014, como director técnico, logramos el Campeonato Mundial Sub 20 de Selecciones. Sin dudas, una de las alegrías más grande de mi carrera como entrenador"".
Los equipos del "Beto" Lucero se destacan más allá de su buen juego, por su lealtad deportiva. Al respecto, el histórico jugador de la Selección Mendocina, comentó: "Me gusta que mis jugadores disfruten del juego. Se puede ganar, perder o empatar, pero siempre respetando el rival. Solidaridad, lealtad, sacrificio y lo principal, diversión. El jugador tiene que disfrutar adentro de la cancha. Hay un valor que me inculcaron en mi familia y es la amistad. El deporte es una convocatoria de amigos".
Corrían los primeros años de la década del 2000 y se le despertó su vocación docente. Algo innato en la familia Lucero. Su hermano, "Tola", ex jugador de básquet y de fútbol de salón y su papá Italo, un grande del básquet mendocino como jugador y entrenador. Luego, directivo de la Federación de Básquet y de Amefusa. El actual DT de formativas en Sanidad y del Club Alemán en primera, recuerda:
“En el Futsal, esa situaciones se provocan de casualidad. Te invitan. Te dan la posibilidad. Hoy, los entrenadores comenzaron a perfeccionarse. Arranqué en Beltrán por invitación de Lucas Zulueta. Luego, llegué a Talleres y tuvo el honor de entrenar a los hijos de mis amigos y a mi hijo. Hasta que llegó el llamado del Jockey Club en Primera. El fútbol de salón es una pasión. Lo disfruté como jugador y ahora me pasa lo mismo como entrenador y espectador”. De inmediato, el Beto, afirma que el futsal mejora día a día: “Los equipos se han ido desarrollando en la parte técnica, táctica y física. La infraestructura de los clubes también mejoró. Fefusa ha exigido calidad en cuanto a las canchas, los uniformes. Hoy, podemos decir que tenemos jugadores que nacieron, se formaron y llegaron a primera jugando al fútbol de salón. Hoy, de la baldosa emigran a cancha grande. Antes, era al revés. Sobre qué falencias todavía encuentra y se tendría que mejorar de inmediato, el DT campeón Mundial, explicó: “Faltan docentes. Muchos DT aprovechan las condiciones naturales de los chicos. Y esas condiciones, se tienen que acompañar con un proceso de aprendizaje como patear con las dos piernas, cabecear, usar el cuerpo, etc. Faltan docentes”. Por último, se refirió a su gran amigo y maestro: “El Turco Torfe fue un fenómeno en todo sentido. El mejor. Un adelantado”.
Para coleccionar
En el año 2003, Andes Talleres logró su primer título oficial. El DT Luis Torfe, el profe Gato Pavone, Fiti Estrada y Beto Lucero visitaron la redacción deportiva de Los Andes.
En el año 1985, Andes Talleres logró su primer título Nacional. En el ‘88, el Matador ganó todo lo que jugó a nivel provincial y derrotó en la gran final a su clásico: Regatas.