El 4-2-3-1 marcó una evolución en lo que pretende futbolísticamente Alfredo Berti, quien ahora buscará que el esqueleto ratifique su madurez mañana ante Nueva Chicago. La suspensión de Montero obliga al entrenador a meter mano en el once. En la práctica de fútbol de ayer puso en cancha a quien jugará al lado de González en ese doble cinco: Matías Villarreal. Dolci se quedará otra vez afuera aguardando por una nueva oportunidad. El DT apuesta por el canterano que casi no tuvo participación en la era Astudillo (sólo jugó dos encuentros como titular ante Flandria y Juventud de Gualeguaychú).
"Venimos de una escuela en la que se le da mucho valor a las inferiores, al sentido de pertenencia. Trato de conocer a los jóvenes" Alfredo Berti - Entrenador.
La apuesta por Disanto hizo que Berti piense nuevamente el esqueleto. "Venimos de una escuela donde se le da mucho valor a las inferiores" explica Berti, quien pone sus fichas en el chico que debutó ante Gimnasia de Jujuy como titular.
El equipo se paraba 4-4-2 y allí Disanto no tenía lugar. Sólo tendría lugar en el 4-2-3-1, la tarea del pibe es enlazar los dos volantes centrales con el único punta definido que tiene el equipo. Disanto es inquieto, atrevido y se ganó rápidamente la consideración del DT. Cerutti se asienta como mediapunta por derecha, González-Montero hacen buena dupla y el dibujo entonces comienza a tener sentido (es el mismo dibujo táctico con el que jugaba el equipo en el tramo final de la era Astudillo). Berti llegó con el 4-3-3 y no le fue bien. El 4-2-3-1 es lo más similar a su idea. Ahora el DT se siente más a gusto.
