El mendocino, Bernardo Llaver tras realizar una excelente y estratégica competencia en el circuito de Las Termas de Río Hondo se subió al podio, donde se ubicó segundo con su Chevrolet Cruze detrás del ganador, el bonaerense Esteban Guerrieri (Citroën C4 Lounge) que ganó la quinta fecha del Super TC 2000 de punta a punta. Tercero fue José Manuel Urcera (Citroën).
Llaver con este podio escaló al noveno lugar en el Campeonato, que tiene como líder a Agustín Canapino (Chevrolet), quien había terminado en la tercera posición detrás del esteño, pero fue excluido de la prueba por anomalías en el piso de su Chevrolet Cruze.
Una carrera que tuvo como principal atracción el obligatorio cambio de neumáticos, donde los pilotos y equipos podían optar por los compuestos de blandos o duros.
El piloto de Mataderos, Guerrieri, y Berni Llaver, desde el inicio optaron por las cubiertas blandas y en aguantaron hasta el penúltimo giro, para ingresar a boxes y reemplazar las ruedas como lo exigió la prueba por gomas duras.
El otro mendocino, Emmanuel Cáceres no tuvo una buena performance y concluyó en el puesto N°26 con su Fiat Línea, en el Santiago del Estero.
El tiempo para el reemplazo de ruedas de ambos fue de relojería, volvieron a la pista al unísono en en el último giro para plasmar lo que ya habían logrado a lo largo de los 27 giros anteriores; el 1-2 en el podio y un gran festejo de Citroën, que metió su segundo triunfo de la temporada. Mientras que, para el mendocino fue el primer podio del 2017 y volvió a recuperar posiciones en el campeonato.
Un trabajo táctico y estratégico que les dio buenos resultados a los ganadores en Santiago del Estero.
Es que, cuando media hora antes del inicio de la competencia, se conocieron las elecciones de neumáticos de los equipos para que cada piloto largue con los diferentes compuestos en juego, se podían ver las diferentes estrategias por las que optaron Chevrolet, Peugeot y Citroën, dueños de las dos primeras filas.
El Chevrolet Cruze del poleman Agustín Canapino calzaba cubiertas duras, al igual que el Peugeot 408 de Mariano Werner, quien largaba cuarto.
El Citroën C4 Lounge de Esteban Guerrieri, al lado de Canapino en la fila de privilegio, se presentaba con caucho blando, como el Chevrolet Cruze de Bernardo Llaver.
Y estos dos coches hicieron la diferencia con los compuestos más blandos en el comienzo, superando a Canapino en los primeros metros y haciéndole una diferencia considerable en los primeros giros.
El campeón (Canapino) ingresó, como la mayoría de los pilotos que habían movido con neumáticos duros, en la quinta vuelta y trató de rebajarle el tiempo a Guerrieri para cuando éste entrase a los pits, pero promediando la competencia los registros se emparejaron y, en las últimas rondas, el de Citroën era uno de los más rápidos en pista.
Muchos suponían y dudaban de la confiabilidad de las cubiertas blandas durasen hasta el final de la final, pero Guerrieri y Llaver, demostraron todo lo contrario y recién en el penúltimo giro entró a boxes para cumplir con el reglamento y conseguir su primer éxito con la marca del doble chevrón con neumáticos duros.
Una fiesta para la marca francesa y por supuesto lo mismo acontenció en el team y allegados de Berni Llaver, que celebraron esta gran producción del piloto de San Martín, que volvió a tener protagonismo nuevamente en la categoría, en una carrera netamente estratégica.