La Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual reiteró hoy a los medios audiovisuales una resolución del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil 92, que les ordena "abstenerse de dar información" sobre el menor Ian, hijo de la bailarina Gisela Bernal y del productor Ariel Diwan.
Sin embargo, el propio padre parecer desconocer la resolución, ya que ayer ventiló ante la prensa los detalles de su reencuentro con Ian. Contó cómo lo recibió el chico y qué hicieron, desconociendo el derecho del menor a la intimidad.
La medida judicial vigente tiene fundamento en la protección del derecho a la intimidad del menor, la cual se encuentra garantizada en la Convención sobre los Derechos del Niño, el Pacto de San José de Costa Rica, la Ley 26.061 y la Ley 26.522.
Desde el juzgado enfatizaron que dichas normas disponen que "ningún niño será objeto de injerencias en su vida privada o familiar, estableciéndose asimismo la obligación de respeto a su dignidad, reputación e imagen, y prohibiéndose la exposición, divulgación de datos, informaciones o imágenes que permitan identificarlos directa o indirectamente cuando esto constituya injerencias arbitrarias en su intimidad familiar".
"Cabe señalar que incluso en casos como el presente, en el cual la noticia ya había alcanzado el dominio público, la Corte ha sostenido que su reiteración agrava la violación de las normas que tutelan la intimidad de los menores", dice la justicia.
Bernal y Diwan iniciaron su relación en 2010 y la misma continuó hasta la última temporada de verano en Mar del Plata, donde concluyó en medio de fuertes agresiones que se publicaron en varios programas de chimentos.
La pareja expuso en los medios hechos privados vinculados a la separación, un conflicto de intereses económicos y la paternidad del niño que nació en 2013.
El tema alcanzó repercusión mediática cuando el productor teatral difundió en un programa de chimentos que el niño que tuvo y crió junto a Gisela Bernal, su ex pareja, no era su hijo y que lo había comprobado mediante un ADN.
Ahora, desde esos mismos programas acusaron de Bernal de violar ella misma la orden del juzgado, al comentar el caso públicamente en el programa de televisión que la contrató para trabajar todo el año.