Con el 50% de las mesas escrutadas, Alejandro Bermejo perdía la interna del PJ mendocino pero en ningún momento aceptó la derrota. Al contrario, aseguraron que contarán hasta el último voto para festejar un triunfo o admitir el fracaso.
Pasada las 0.30 de hoy, aparecieron Patricia Fadel y Guillermo Carmona (que perdía la interna con Martín Sevilla en Ciudad) a avisar que esperarían que el lento escrutinio avanzara porque, aunque a esa hora mostraba a su rival arriba, ellos manejaban otros números. "Queremos pedir prudencia y comprensión. Están muy cerca las dos listas. Reconocemos el esfuerzo hecho por la lista de Fernández Sagasti y cuando tengamos números consolidados vamos a trabajar todos los peronistas juntos", dijo el presidente del PJ.
Por su parte, Fadel explicó: "Nuestros números nos dan 15 mil votos por encima de Anabel con el 75% de las mesas escrutadas. Falta todavía, no queremos hablar de perdedores ni ganadores hasta que no tengamos resultados consolidados".
En un primer momento, Bermejo le sacaba 5 puntos de ventaja a Fernández Sagasti pero con el correr de las horas la situación se revirtió a favor de la senadora kirchnerista.
Mientras la senadora nacional festejaba, en el búnker de Bermejo empezaron a reinar el silencio, las caras de desconcierto y las especulaciones con los números en cada distrito. Lo cierto es que el escrutinio oficial en Maipú apenas tenía cargadas el 5% de las mesas.
De confirmarse la derrota, sería el fin del modelo de construcción de poder de los intendentes peronistas, que venían manejando el PJ en la provincia desde hace 20 años.
El jefe comunal de Maipú fue el único que decidió no ir por la reelección y dejar como heredero -del único departamento dominado por el PJ desde 1983- a Matías Stevanato (que ganó la interna con Miguel Serralta). A raíz de esa decisión quedó afuera de la pelea entre Cornejo y los otros intendentes peronistas por la reelección ilimitada.
Después de la tregua entre el Ejecutivo y los intendentes en la Justicia, a fines de marzo Bermejo lanzó formalmente su precandidatura ilusionado con recuperar la provincia, apuntalado con un bastión del PJ en cada distrito: Tunuyán, San Rafael, Lavalle y San Martín.
Los triunfos en las PASO municipales el 28 de abril de Roberto Righi, Martín Aveiro, Jorge Giménez y Emir Félix alentaron al maipucino luego de que fracasara la negociación de unidad con Fernández Sagasti unos días antes y ella decidiera dar batalla interna.
Desde el principio plantearon una campaña sin agresiones y se mantuvieron en ese plano ambos precandidatos.
Al cierre de esta edición, Fernández Sagasti parecía dar el batacazo que pondría al borde de la extinción la hegemonía que mantenían los jefes comunales del PJ. La pregunta es cómo se rearmarán su estructura después de un golpe que deja casi fuera del ring a los viejos esquemas y manejos que quedaron obsoletos ante la renovación.