Menos de una hora fue lo que necesitó Carlos Berlocq para eliminar al último finalista del Argentina Open. En una sobresaliente actuación, el veterano de 32 años despachó en menos de una hora al italiano Fabio Fognini, 22 del ranking ATP y cuarto preclasificado del certamen porteño. Charly avanza y lo hace a paso firme.
Luego de su victoria en primera ronda, frente al porteño Diego Schwartzman, Berlocq resaltaba que en Buenos Aires había encontrado la materialización de lo realizado en sus entrenamientos. Muchas veces, el rendimiento en las prácticas no coincide con lo demostrado dentro de la cancha.
En Buenos Aires, y sobre su superficie predilecta, el de Chascomús se encontró con su mejor nivel. "La verdad que es impresionante lo que pude hacer hoy dentro de la cancha. Demasiado conforme. No me imaginé que iba a hacer un partido así frente a Fabio.
Venía demostrando en los entrenamientos que estaba jugando en un gran nivel, pero después, en la competencia, es totalmente diferente. Mantenerlo durante el partido es muy complicado", dijo después del partido el 74° del mundo que cuartos de final chocará con el esloveno Rola, a quien venció en su único enfrentamiento previo.
Una de sus aspectos más altos fue el servicio. Berlocq ganó el 83 por ciento de los puntos con su primer servicio y apenas sufrió una oportunidad de quiebre, que fue salvada. Además rompió seis veces el saque del italiano que no pudo demostrar el nivel exhibido la semana pasada cuando en Río de Janeiro venció al español Rafael Nadal.
"No sabés la felicidad que siento, no solo por ganar sino para sentirme jugando tan bien. Además jugar en casa y con el público es espectacular", cerró Charly, uno de los convocados por Daniel Orsanic para serie de Copa Davis frente a Brasil por la primera ronda del Grupo Mundial.
Por otro lado, Facundo Bagnis, proveniente de la clasificación, no pudo con el esloveno Blaz Rola que lo venció por 6-2 y 6-1 en apenas 64 minutos de partido.
En su camino hasta el vestuario, empapado de transpiración y con la frustración en su mirada, el santafesino de 24 años se detuvo para charlar. "Un sabor agridulce por el partido de hoy.
En general fue una semana muy buena. Costó mucho pasar la qualy y la primera ronda. Fueron partidos muy difíciles que me desgastaron mucho el físico. Hoy pensé que iba a tener un poco de resto pero nunca me pude encontrar. Para jugar a un nivel así hay que estar muy bien en todo sentido.
Hoy el físico no ayudó y eso lleva a que la cabeza tampoco tire", dice Bagnis que con esta participación quedará al borde del Top 100.
El próximo fin de semana, el oriundo de Armstrong será sparring del equipo argentino de Copa Davis. "Estoy muy contento de poder ayudar al equipo. Siempre es lindo poder dar una mano a Argentina. Espero que podamos serle útil al equipo y a cada uno de los jugadores", comentó Bagnis.
Triunfo de Almagro
"Me he vuelto a sentir tenista", le decía Nicolás Almagro a los medios en la zona mixta, allí donde el periodismo se encuentra con un tenista sudado, agitado por el esfuerzo del partido y con las emociones a flor de piel. En 2015, el murciano de 29 años retornó de una larga inactividad por lesión. En el Argentina Open, al vencer hoy a Albert Ramos por 6-4 y 6-3, Almagro dio un nuevo paso hacia su recuperación.
"Volver a ser cuartofinalista en un torneo como éste me llena de felicidad”, dice con simpleza pero con auténtica alegría. Desde su vuelta a las canchas, a comienzo de esta temporada, el español jugó seis torneos, incluido Buenos Aires.
Una fascitis plantar en su pie izquierdo lo obligó a parar en Roland Garros, donde solo aguantó cinco games antes de retirarse frente al estadounidense Jack Sock. A partir de allí, todo fue sufrimiento, pérdida del ranking y, sobre todo, la imposibilidad de disfrutar dentro de una cancha.