La idea que se alimentó en la previa ayer fue una realidad. Los últimos campeones sudamericanos, de la categoría Raceboard, salieron a dar batalla por la presente corona de Potrerillos 2014.
A las 14.10, las velas se erigieron como dagas bajo el cielo plomizo. Con rachas que promediaron los 8 nudos de intensidad, la flota compuesta por 31 navegantes se aventuró rumbo a sotavento. El cordobés Martín Berardo (GBR 7) fue quien mejor interpretó el capricho del viento para alzarse con dos primeros lugares.
El ex integrante del team olímpico argentino y entrenador del equipo femenino, actual defensor de la corona ganada en el Lago San Roque, marcó una ajustada distancia sobre su coterráneo Andrés Anderson (ARG 119), quien cerró el día con dos segundos lugares. El corredor de la vela, que recuerda la campaña rumbos a los pasados juegos olímpicos de Londres, fue marcado celosamente por sus rivales, quienes intentaron sacar el mejor provecho posible de las ráfagas que sobre el final fueron más una caricia que un empuje.
El pelotón avanzaba tras el mismo objetivo, casi una fila india intentando moverse a la máxima velocidad posible. Desde el frente, el cordobés Marcos Ruech (ARG 13) vivía su duelo con el mendocino Fernando Consorte (ARG 355); cada uno sumó un tercer puesto. El lujanino, en la segunda manga, resignó aspiraciones de mantenerse cerca, al entrar quinto.
En el top 10, también se destacaron los mendocinos Guillermo Zerga (ARG 345), octavo en la general y segundo en la subdivisión Grand master, y el juvenil Agustín Reynaud (ARG 330), décimo en el clasificador y primero entre sus pares. A mitad de la flota, combatiendo el frío como los demás, la mendocina Beatriz Pelleriti (ARG 316) se escabullía ganando espacios. La única mujer que navega en Race, dio forma a su carrera a la meta.