El niño Benjamín Sánchez, de 5 años, fue encontrado con vida y “en buen estado”, a unos 12 kilómetros de donde se extravió, luego de que permaneciera durante casi 24 horas perdido en el desierto sanjuanino y bajo un sol intenso.
El niño, que ayer alrededor de las 17 se separó de su familia en el paraje "El Salado" en el departamento Albardón a unos 30 kilómetros al norte de la capital de San Juan, "fue buscado durante toda la noche y todo el día de hoy por un operativo que involucró a más de 250 personas".
Afortunadamente, cuando quedaban pocas horas de luz solar ocurrió el milagro. El pequeño Benjamín fue localizado en un arbusto con un leve cuadro de deshidratación, solo algunos raspones.
Sin embargo, lo que llamó la atención fue la rara revelación que le hizo el pequeño a su hermana ya en el hospital: "El viejo de la bolsa no es tan malo", dijo el nene, según publica San Juan 8.
El nene asegura que "el viejo de la bolsa" lo ayudó a soportar la fría noche en el desierto.
Delfina, hermana de Benja, ya un poco más tranquila y en la puerta del nosocomio capitalino contó justamente eso. "Dijo que no es tan malo. No sabemos por qué lo dijo. Él le tenía mucho miedo al viejo de la bolsa, pero bueno..., se habrá sentido acompañado por algo", relató la joven a ese medio.
La desaparición
La familia del pequeño había ido al lugar turístico a pasar el día y mientras tomaban mate, Benjamín se alejó del grupo internándose en un desierto plagado de matorrales y espinos, que transforman la zona en un laberinto.
El nene “se escapó corriendo de donde estábamos como hace siempre” y “cuando la madre lo fue a buscar, él seguía corriendo creyendo que era un juego, hasta que desapareció”, dijo su hermana.
Durante la noche, efectivos de la Policía Federal, de la provincia, de Protección Civil y de la Gendarmería Nacional, lo buscaron en un radio de 5 kilómetros y ayer en la mañana, con la ayuda de más rescatistas, un helicóptero y drones, se amplió el rastrillaje.
Según contó el director de Defensa Civil, Alfredo Nardi, “Benjamín fue hallado por una patrulla de baqueanos que caminaron más allá del radio de 12 kilómetros establecido, siguiendo las huellas de una pequeñas zapatillas”.