La mayoría lo conoce por su trabajo como actor. Su paso por tiras como "Son Amores" en sus comienzos o su personaje de Teo en "Casi Ángeles", la tira juvenil de Cris Morena o películas como "La última fiesta" fueron una especie de trampolín para lo que hoy es el presente de su camino artístico.
Hoy Benjamín Amadeo reparte su tiempo entre la actuación y la música, su otra pasión a la que le dio un rumbo definitivo en 2016 con el disco debut "Vida Lejana". Un trabajo que le valió el premio a Mejor Álbum Nuevo Artista Pop.
A partir de ahí todo fue en ascenso para Benjamín que por estos días disfruta del éxito de "Las Flores", el single que grabó con Los Auténticos Decadentes y con el que apostó a otro ritmo latino, con una letra pegadiza que la cantan chicos y grandes.
“De cuatro años para acá lo que prima es el proyecto musical”, confiesa el cantante y actor que días atrás pasó por Mendoza para abrir el concierto de Iván Noble.
La música es un camino de hormiga que lo alimenta con su faceta de actor. Mientras se prepara para un año con conciertos en Buenos Aires, terminó de filmar una película en Perú y no descarta ningún proyecto ligado al cine.
“La actuación es mi otro trabajo y el que me permite generar proyectos en la música. No digo que me vaya mal, pero invierto en la música. Y además me gusta actuar”.
Y la oportunidad de colaborar y compartir escenario con grandes artistas es un plus que le suma -y mucho- a su camino, es elegido por estrellas internacionales, como Ed Sheeran o recientemente la estadounidense Norah Jones, que se presentó en el Movistar Arena de Buenos Aires y Amadeo fue el encargado de la apertura del show.
-En estos cuatro años que te dedicaste a la música surgieron colaboraciones interesantes. ¿Las buscaste o se dieron de casualidad?
-Hay colaboraciones que busqué con mucho deseo. Por ejemplo el armado del tema “Las Flores”. Trabajar con Los Decadentes lo soñé y lo busqué. Y les presenté la idea, generé el contacto, fue un trabajo que me llevó meses para poder llegar. Podés tener muchos amigos en el ambiente, pero la canción les tiene que gustar. Y por suerte sucedió. En este caso hice la música y la letra, y Jorge Serrano grabó la voz, Nito Monotecchia la guitarra y Moska Lorenzo hizo toda la percusión. El sello que no pusimos de ellos fue los vientos, porque sentí que la canción no los necesitaba.
-¿Te imaginabas lo que iba a generar en el público?
-No. Es una canción que les gusta a chicos de un año hasta gente grande. Es impresionante cómo este tipo de canciones te abre a nuevos públicos y se vuelven sucesos.
-¿Tenés un hábito para hacer música?
-Sí, el estudio o la investigación por la música me lo da la pasión que tengo por componer, y el hábito. A veces me cuesta, soy disperso, pero como compositor me siento muy a gusto fuera de lo que es tocar. Por momentos me detesto porque no me sale nada de lo que quiero. Es un camino con mucha claridad y a veces no te sale ni un acorde. Al principio me enojaba, pero ahora entiendo que forma parte de un proceso, que la experiencia me va a hacer mejorar. Y otro factor que me acerca a la música o la práctica es juntarme con otros. Eso me enriquece y funciono muy bien trabajando con otros, componiendo.
-¿Te ofrecieron que grabes una canción que no sea tuya?
-Todavía no me pasa. Pero siento que si me traen una canción, me imagino aportándole algo al tema.
-El primer disco tuvo mucha repercusión con reconocimientos incluídos...
-Fue una buena sorpresa.
-¿Cómo te resulta el mecanismo de lanzar singles y ver el resultado?
-Nosotros que hacemos la música, la prensa que nos ayuda a difundirla, y la gente que la escucha estamos todos aprendiendo a cómo escuchamos música de otra manera, de acá en adelante. Es algo que volvió pero tiene sus ribetes, porque el lanzamiento del sencillo viene a reemplazar al disco como unidad de lanzamiento, pero no como obra. Las canciones que estoy produciendo ahora, y que saldrán el año que viene, forman parte de una obra; pero me gusta este mecanismo. Porque le puedo dedicar tiempo con detenimiento e inteligencia a cada canción.
-Para que no sea un disco con dos hits y el resto pase desapercibido...
-Claro. A eso estuvimos acostumbrados mucho tiempo, que un disco tenga dos canciones gancheras, el resto vemos. Y eso no me divierte, me gustaría hacer un disco en el que cada canción tenga un lanzamiento.
-El próximo trabajo, ¿se relaciona al primer álbum?
-No, no queda mucho de eso, solo la forma de componer. Pero musicalmente no, porque este disco lo abordo con mucha guitarra electroacústica, un disco con tinte folk que antes no estaba. “No te enamores” o “Salvarme ahora” son canciones netamente folk, “Las flores” es una cumbia candombera. Estoy un poco alejado de mi parte rockera, que la tengo y en el vivo la refloto.
Cortitas, y al pie
-¿Un toc en el escenario?
-Uso un óleo especial que me abre las fosas nasales, porque tengo el tabique desviado y me cuesta respirar.
-¿Un día ideal para Benjamín?
-Los mejores días para mí son cuando compongo. Si termino el día y tengo el resultado que quería, es el mejor día. Mi alegría pasa por mi compañía, de mis afectos y de mis logros musicales.
-¿Actor o músico?
-Hoy soy un músico que actúa.
-¿Milanesa con puré o asado?
-Asado (ríe). Como muy poca carne, pero al asado no podés decirle que no.
-¿Vino o cerveza?
-Vino.
-¿Un regalo que te gustaría recibir?
-No tengo grandes pasiones melómanas, pero me gusta que me regalen discos, libros y chocolates. Y también experiencias.
-¿Noviazgo o convivencia?
-La convivencia. Ahora estoy bien conviviendo, tenía mis dudas. Ella más que yo (ríe). Pero la convivencia con felicidad es una gran experiencia.