Consiste en un abordaje multimolecular que actúa simultáneamente en distintos tipos celulares y en los distintos mecanismos implicados en la reparación, como la formación de nuevos vasos sanguíneos (angiogénesis), proliferación y diferenciación celular, la síntesis de matriz extracelular y la remodelación.
Se basa en la utilización de las plaquetas como vehículo para la liberación controlada de distintas señales celulares que aceleran y optimizan la reparación de los tejidos dañados por diversas razones como: un tratamiento quirúrgico, un traumatismo o una enfermedad. Las plaquetas contienen infinidad de sustancias pero en concentraciones muy reducidas que no tienen nada que ver con las dosis farmacológicas a las que estamos más acostumbrados. Los factores de crecimiento son proteínas con un papel esencial en el proceso de regeneración tisular.
Estas proteínas intervienen en la comunicación celular ya que transmiten su información al interaccionar con los receptores situados en la membrana celular. Asimismo, actúan simultáneamente en distintos tipos celulares y desencadenan efectos biológicos como la migración celular dirigida (quimiotaxis), la proliferación y la diferenciación celular, la formación de nuevos vasos sanguíneos (angiogénesis), etc. Todos ellos son acontecimientos fundamentales en la reparación y regeneración tisular.
El objetivo del uso de PRGF es de imitar y optimizar con él los mecanismos fisiológicos de reparación que se ponen en marcha espontáneamente en todos los tejidos tras una lesión causada por un traumatismo, un tratamiento quirúrgico, una enfermedad o en el proceso de envejecimiento. Es una de las prácticas en estética más utilizada en la actualidad.
Además, es muy utilizado para tratamientos capilares, especialmente, para caída de cabello.
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