"Vivir de noche" ("Live by Night", en el original) es el cuarto título de Ben Affleck como director, luego de "Desapareció una noche" ("Gone Baby Gone", 2007), "Atracción peligrosa" ("The Town", 2010) y "Argo" (2012) que ganó el Oscar como la mejor película de ese año.
Ahora llega con el que él mismo ha definido como su film más ambicioso, con fastuosos escenarios y una puntillosa recreación de época, donde vuelve a adaptar una novela de Dennis Lehane (autor de "Desapareció una noche") y que también protagoniza.
Affleck interpreta esta vez a Joe Coughlin, un ex soldado de la Primera Guerra Mundial que en los primeros años 20, durante la llamada "Ley seca" que prohibió la venta de alcohol en todo el territorio de los Estados Unidos, se une al crimen organizado y se convierte en un importante contrabandista en el negocio del ron y también del juego clandestino.
En el camino de Coughlin se cruzarán dos mujeres, Emma Gould (interpretada por Sienna Miller) y Graziela Suárez (Zoe Saldana), que enfrentarán al gángster consigo mismo y lo llevarán a replantearse su vida criminal y a preguntarse sobre los límites entre el bien y el mal.
Al reparto se suman además Chris Cooper, Elle Fanning y Brendan Gleeson, entre otros.
La crítica no acompaña
Al contrario de sus anteriores películas, que fueron todas altamente elogiadas por la crítica internacional, el caso de "Vivir de noche" parece ser el primer traspié en la carrera como director de Affleck.
Apenas estrenada en los estados Unidos el pasado 13 de diciembre, los principales críticos del país consideraron que el intento del realizador por recuperar el espíritu de los clásicos de gángsters de los años 30 resultaba forzado, aburrido y sin los climas, el suspenso ni la potencia de aquellos films que protagonizaron James Cagney, Paul Muni o Edward G. Robinson.
Los más benévolos la consideran un entretenimiento sólido, pero sin el músculo narrativo suficiente como para convertirlo en un film memorable.
Según la crítica del norte, la actuación del propio Affleck también deja mucho que desear, aunque destacan la impresionante recreación histórica tratada con lujo de detalles, el vestuario, el diseño de producción y algunas escenas de persecución automovilística que, sin ser demasiado originales, están muy bien logradas.