En una tarde de junio, se convirtieron en los protagonistas de todos los sueños de los cientos de feligreses que acudían puntualmente a la misa de los domingos. ¿Cuántas veces habrán imaginado este presente los hinchas de Beltrán y de Rodeo?
Y en un abrir y cerrar de ojos, luego de décadas de abandono y proscripción, de ese cruel ostracismo de ya no ser, les llegó el renacimiento, la refundación... Beltrán dio el puntapié inicial allá por agosto de 2014. Rodeo, viendo que su vecino había podido ser protagonista de un torneo que lo dejó en las puertas del cielo, se animó y también regresó. La zona Este del departamento de Maipú volvió a latir con el clásico.
Con un marco espectacular de gente en ambos derbys le dieron vida a la devaluada Liga Mendocina, que impensadamente recuperó dos plazas llenas de pasión.
Desde el semestre que viene, Beltrán y Rodeo, el Fraile y el Toponero, trasladarán todo ese color al torneo de Primera A. Ayer concretaron ese anhelo que persiguieron por años. Beltrán logró su cuarto ascenso (1959, 1971, 1973 y 2015). Rodeo, por su parte, escribirá su nombre en la élite por primera vez en la historia... Un sueño no se cuenta, se lucha y se hace realidad.