Romero Lukaku alcanzó un récord que sólo tenían los legendarios Diego Maradona (1986), Sándor Kocsis (Hungría, en 1954), Just Fontaine (Francia, en 1958) y Grzegorz Lato (Polonia, en 1974), convertir dos goles en dos partidos consecutivos en un Mundial, el hombre que tiene ascendencia congoleña y que siempre lo ha llevado a cuestionamientos sobre su nacionalidad, es el líder de la delantera de una selección belga que asoma como gran candidata para estar en la definición.
Su historia comienza a los 6 años, cuando prometió mejorar la vida de su familia, logrando convertirse en un jugador profesional de fútbol y estar en el equipo de su país.
El mismo jugador recordó esta parte de su vida en una columna en The Players Tribune. “Tenía 6 años, y volví a casa a almorzar al salir del colegio.
Mamá tenía lo mismo de siempre en el menú: pan y leche. Pero ese día volví a casa y mamá empezó a mezclar la botella de leche con algo agua. No teníamos suficiente dinero para hacer durar la botella toda la semana. No éramos solo pobres; estábamos quebrados”, contó.
“A la gente del fútbol le gusta hablar de fortaleza mental. Bueno, soy el tipo más fuerte que jamás conocerán. Porque me acuerdo sentado en la oscuridad con mi hermano y mi mamá, rezando, y pensando, y creyendo, y sabiendo que iba a pasar”, dijo. De esa forma, Lukaku llega a Rusia 2018 con 25 años, y su segundo Mundial.