Bélgica, un seleccionado plagado de jóvenes estrellas, debutará hoy desde las 13 ante Argelia, en el estadio Mineirao de Belo Horizonte.
El encuentro será dirigido por el mexicano Marco Rodríguez, internacional desde 1999 y uno de los mejores árbitros del mundo, que a su vez estará asistido por sus compatriotas Marcos Quintero y Marvin Torrentera.
Belgas y argelinos, que se medirán por primera vez en la historia en una Copa del Mundo, tienen objetivos distintos en este certamen, aunque la misma ilusión.
Bélgica, que cumplió una eliminatoria europea brillante al ganar el Grupo A con 26 puntos, producto de ocho triunfos y dos empates, con 18 goles a favor y apenas 4 en contra, buscará hacer historia en Brasil 2014, en su duodécima participación mundialista.
El seleccionado belga estuvo en los mundiales de Uruguay 1930, Italia 1934 y 1990, Francia 1938 y 1998, Suiza 1954, México 1970 y 1986 (obtuvo un cuarto puesto, su mejor actuación), España 1982, Estados Unidos 1994 y Corea-Japón 2002.
Faltó a las últimas dos citas en Alemania 2006 y Sudáfrica 2010, aunque llega a Brasil con una "Generación Dorada". Marc Wilmots, su técnico, de 45 años, le cambió la cara al fútbol de su país y construyó un equipo que tiene todo: un gran arquero, una defensa sólida, un mediocampo que combina marca, despliegue y juego, y una delantera temible.
Todo lo que se habló en los últimos años de la “Generación Dorada” belga se hizo realidad con este equipo en las Eliminatorias, ya que quedaron en el olvido las ausencias en Alemania 2006 y Sudáfrica 2010, además de las Eurocopas de Portugal 2004, Austria-Suiza 2008 y Polonia-Ucrania 2012. El primer paso en el Mundial, claro está, lo dará frente a Argelia, cinco días más tarde jugará contra Rusia en el Maracaná, de Río de Janeiro, y finalmente, el 22, cerrará su participación en el Grupo H contra Corea del Sur en el Arena Corinthians, de San Pablo.
