El año 1956 fue intenso para la literatura argentina. Di Benedetto escribió "Zama", Cortázar publicó "Final del juego" y Bioy "Historias prodigiosas". A su vez, Borges agregó tres cuentos al prodigio que había lanzado dos años antes: "Ficciones".
Reivindicado por la Revolución Libertadora, en el '56 Borges es nombrado (aún sin poseer título académico para tal cargo) profesor de literatura inglesa en la Universidad de Buenos Aires.
Ese mismo año le será otorgado el Premio Nacional de Literatura y el doctorado Honoris Causa de la UNCuyo, por solicitud de la facultad de Filosofía y Letras y por impulso del poeta, traductor y periodista Félix Della Paolera.
“En esa oportunidad se lo galardonó por ser una de las figuras de mayor proyección en la literatura contemporánea argentina y por su vasta y óptima producción literaria con un estilo originalísimo, un rigor del pensar y una revaloración idiomática infrecuentes en las mejores literaturas de cualquier época”, detalla la institución.
Ya era una escritor consagrado. Pensemos en su obra poética y ensayística del ‘20, en los ensayos del ‘30 y, sobre todo, en esa perfecta narrativa que produjo en el ‘40 y a la que Piglia llama “la gran época de su ficción especulativa”.
La UNCuyo celebra hoy, a 30 años de su fallecimiento, esa oportuna distinción, la que el escritor recibió en Mendoza mucho antes que en otras universidades, como la de Columbia, Yale, Oxford, Michigan, Chile, La Sorbona y Harvard.
"El viejito, el sabio, el escritor apartado de la realidad, el abstemio..." Ese es el estereotipo de Jorge Luis Borges. Por eso, para este homenaje, el profesor Gustavo Zonana (actual vicedecano de la Facultad de Filosofía y Letras) pensó en un Borges "más de entrecasa" y, específicamente, en una disertación titulada "Borges y el vino: los microrrelatos".
Para ello, Zonana no sólo exploró la obra, sino que se adentró en el material biográfico y en esa suerte de género "yo entrevisté a Borges".
Definitivamente cuesta imaginar una relación cercana de Borges con la bebida, aunque el vino pueda atravesarlo todo.
¿Tomaba? Zonana explica que, al parecer, le gustaba más el champaigne. Y recuerda el texto de Borges respecto del viaje en globo con Kodama sobre el Napa Valley que terminó con un inolvidable brindis.
Para celebrar
En cuanto al vino, Zonana se centra en dos libros: "Atlas" (la serie de microrrelatos que relata experiencias de viaje) y "Los conjurados", donde el trago aparece asociado a la celebración. "La bebida está presente como práctica social. En su narrativa está asociada con el culto al coraje y en su lírica con la celebración".
Hoy, a tres décadas de la muerte del autor de "El Aleph", la UNCuyo destaca su vigencia, tanto en el ámbito de la literatura, como en el de la filosofía, la psicología y hasta en la matemática.
“Reconoce, una vez más, al escritor argentino que honró y honra la lengua española por la perfección de su lenguaje, su erudición, el universalismo de sus ideas, su originalidad y la belleza de su poesía, entre muchas otras cosas.”
El encuentro será hoy, desde las 17, en el Aula C-8, planta baja de la Facultad de Filosofía y Letras. Comenzará con la actuación del Coro de Cámara de la UNCuyo.
Luego, a las 17.30, Gustavo Zonana disertará sobre "Borges y el vino: los microrrelatos". Por último, a las 18, Jaime Correas, director general de Escuelas de la Provincia, hará referencia a "Borges, Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Cuyo".