En el living de su casa de un lindo barrio de Benegas, Godoy Cruz, la historiadora Beatriz Bragoni (56) se maneja a gusto rodeada de libros cobijados en ese ambiente cálido ganado por la madera.
San Martín es una especie de obsesión para esta madre de tres hijos, investigadora del Conicet a la que editorial Edhasa le acaba de publicar "San Martín, una biografía política del Libertador".
"Me han dicho que el libro se vende bien y además ha recibido buenas críticas", suelta con voz aguda. No es la primera vez que se mete con el prócer ya que ha publicado otras obras vinculadas con el Libertador.
- En el libro queda claro los motivos del cambio de San Martín de ser un oficial español a general de un ejército insurgente de América. Es un tema muy discutido por sus colegas.
- Ese cambio, que en el libro aparecer como la “opción por América”, hay que ubicarlo en diferentes registros. Uno es la manera en que él vive la experiencia de guerra de España contra los franceses. Esa guerra le hace ver dos cosas: una es la incapacidad que tiene la fuerza militar española y otra es su convencimiento político de que América puede ser una opción. Esas ideas toman cuerpo en su decisión de ingresar a la Logia de los Caballeros Racionales, donde conoce a otros americanos y jura luchar por la independencia de América. A partir de esos contactos consigue salir de España, llegar a Londres, donde se empapa con información de lo que está pasando en América y emprende el viaje que lo lleva a Buenos Aires en 1912.
- Otro tema intrigante tocado en su obra es la Entrevista de Guayaquil con Simón Bolívar.
- Después de la independencia del Perú, el 28 de julio de 1821, San Martín enfrenta diversos problemas y decide entrevistarse con Simón Bolívar en Guayaquil para solicitarle colaboración con la idea de hacer la guerra en los lugares de Perú que seguían con los realistas, como en la zona de las sierras, ya que en la zona de la costa se había declarado libre. Hubo un intento de primer encuentro que no se produjo pero en el segundo, de acuerdo con documentos que se conocieron mucho después, se supo que entre los dos había diferentes concepciones a la hora de hacer la guerra a los realistas y de cómo organizar el poder político por parte los libertadores del Norte y del Sur de Sudamérica. Una parte de la conversación tuvo que ver con la forma de gobierno que debían adoptar los nuevos países y allí, si bien San Martín y Bolívar coincidían en que la independencia era una condición si ne quanon. Difieren en cuanto a cómo se deben organizar esos estados: para San Martín la forma más adecuada era la monarquía constitucional; Bolívar había optado por la república. Por lo tanto ahí queda de manifiesto una diferencia entre los dos.
- ¿Por qué cree que los últimos años de San Martín fueron poco difundidos?
- Lo de San Martín no fue un exilio, él lo llamó ostracismo voluntario. Esa porción está poco difundida porque él no tuvo participación pública. Aunque eso no quiera decir que no haya emitido opiniones políticas. Incluso cuando en su testamento del ‘44 legó la entrega del sable corvo a Rosas, significa que tuvo correspondencia con Rosas; es decir que no se mantenía en el ostracismo. También mantuvo comunicación epistolar con dirigentes chilenos. En mi libro hay dos capítulos dedicados a la estancia de San Martín en Boulogne Sur Mer que es cuando se conforma otra silueta de él. Ahí observa la política europea y la latinoamericana y las desviaciones que advierte en estos estados que él ha contribuido a independizar, cuando observa que la política y la división de partidos es un problema y defiende a la autocracia como la forma de gobernar América. Eso es lo que explica el apoyo a Rosas.
Beatriz pide un té que no le tarda en llegar. Es una mujer que vive con intensidad su idilio con la historia; el té es lo único que la detiene en su discurso. Pero después del primer sorbo cuenta, "lo que más hay en mis libros es trabajo de archivo, busco fuente éditas e inéditas". El trabajo de archivo le provoca un efecto de búsqueda de tipo detectivesco: "El archivo es lo que te muestra el camino; te hace decir, sigo por aquí o sigo por otro lado...". En referencia a su público, la licenciada dice que no pensó en colegas a la hora de escribir: "Está hecho para el público interesado, el que es curioso del pasado", cuenta ya con la taza de té vacía.
- ¿Las corrientes historiográficas de derecha e izquierda siempre se apropiaron de San Martín?
- En el libro hablo de los “usos públicos de San Martín en el Siglo XX”. Se convierte en referente de izquierdas y derechas porque por un lado hay un extendido revisionismo nacional que lo habilita, y porque el San Martín consagrado por el nacionalismo liberal es reemplazado por el nacionalismo militar. Por eso se convierte en un punto fijo, sobre todo después de la gran operación intelectual y política que se puso al servicio de su figura en el régimen peronista de 1950 cuando se cumplieron 100 años de su fallecimiento. Incluso, una vez derrocado Perón y con la antinomia peronismo-antiperonismo, San Martín no se corre de ese centro y su figura es evocada tanto por las izquierdas como por las derechas.
- En su parecer, ¿cuál gobierno -democrático o dictadura- usó más a San Martín en el siglo pasado?
- Creo que el peso del peronismo clásico fue enorme ya que metió en la cabeza del argentino medio la idea del militar sacrificado. De hecho, en la marchita (peronista) hay un párrafo que hace alusión, el que dice: “Porque la Argentina grande con que San Martín soñó es la realidad efectiva que debemos a Perón”. También hay que decir que su figura era tan popular en 1910 que hasta se creó un “cóctel San Martín’.
- ¿Qué la llevó a buscar el San Martín político?
- Porque la histografía de las independencias se renovó mucho y porque esa renovación daba muchas herramientas para reflexionar sobre muchas cosas de la revolución, de los ejércitos revolucionarios y de San Martín. También me motivaron algunas insatisfacciones personales, como saber porqué (San Martín) optó por América cuando sus hermanos que eran también militares no lo hicieron y se quedaron en España. Y la otra es saber por qué se fue, por qué abdica y se retira de la vida política. En lo político también me atrajo identificar las razones de su opción por el monarquismo. Bueno, todo eso el lector lo encuentra en el libro.
- ¿Hoy en qué lado de la grieta lo ubica a San Martín?
- Hay que aclara que él no pensaba en un solo país; al menos en los términos que hoy se conocen como ‘países distintos’. Cristina, cuando fue presidenta lo usó bastante, no tanto como a Evita o a Belgrano, a los que más tenía en consideración. Pero San Martín puede estar de un lado o del otro de grieta. Puede ser leído en clave Fernández-Fernández como en clave Macri-Pichetto.
Una biografía política del Libertador
Autor: Beatriz Bragoni
Editor: Edhasa
Colección: Biografías argentinas.
344 páginas