En el libro “Los Beatles vs. los Rolling Stones”, el historiador estadounidense John McMillian se interna en la trayectoria de ambas bandas de rock para poner al descubierto sus diferencias así como los puntos de coincidencia, además de revelar quiénes eran en realidad sus integrantes, tras una imagen forjada en pos de la fama y la fortuna.
“Los Beatles empezaron a provocar la devoción de las chicas adolescentes en la primavera de 1963, pero pronto se puso de manifiesto que la música vigorizante y el encanto seductor del grupo atraía también a los adultos”, señala el autor en la introducción de este libro publicado por el sello Indicios.
Los Rolling Stones, en cambio, provocaban una reacción distinta. “Pálidos y desaliñados se negaban a llevar uniformes en el escenario y los buenos modales no eran su fuerte”, describe McMillian.
Y esa supuesta rivalidad -que como se devela en el texto no siempre fue tal -incluso integrantes de los Beatles ayudaron al despegue de sus contrincantes, fue incentivada por los medios y las empresas discográficas, empeñadas en mostrar la confrontación como una estrategia de marketing, decisiva a la hora de contabilizar ganancias.
Esa idea contrastante, plasmada por el escritor y periodista Tom Wolfe con “Los Beatles quieren darte la mano y los Stones quieren destrozar la ciudad”, sobrevuela todo el itinerario artístico de las dos bandas que esos años lideraron la escena musical.
Sin ahorrar detalles, el autor ahonda en el recorrido de las dos y como paradójicamente los prolijos Beatles, nacidos en la sucia e industrial Liverpool, se convirtieron en jóvenes modositos que cautivaron hasta a la reina Isabel, mientras que los Stones, en principio muy atildados, atravesaron el camino al revés para erigirse en un sello revulsivo, diabólico y fascinante.
Cuando surgieron los Stones, en abril de 1962, la banda estaba conformada por Brian Jones, Mick Jagger, Keith Richards, Ian Stewart, Bill Wyman y Charlie Watts.
Brian Epstein tenía veintisiete años cuando descubrió a los Beatles y, como manager, trabajó “meticulosamente en la presentación del grupo”, para que estos hicieran su música pero con un aspecto muy distinto al inicial.
Y por su parte Andrew Loog Oldham se cruzó por casualidad con los Stones: “Conocí a los Rolling y dije 'hola' al resto de mi vida...”. Desde casi el principio su manager promocionaba a los jóvenes “como la banda que a tus padres les encantaría odiar”.
Cuando ya los Beatles habían recibido la placa al “mejor grupo vocal del año”, en setiembre de 1963, los Stones no tenían canciones para grabar.
Oldham se encontró de casualidad con Lennon y McCartney y estos le ofrecieron una canción casi terminada -“I Wanna Be Your Man”- y le dieron el punto final en la sala de ensayo de los Stones. Una anécdota que muestra el acercamiento y la buena voluntad de los Beatles por encima de los celos y la competencia inevitable surgida entre estos dos íconos de la cultura del siglo XX.
Sin embargo, remarca el autor, “hubo un momento en el que los Beatles fueron una musa creativa por los Rolling Sones. Incluso hoy en día, si leemos los principales libros de memorias de los Stones es imposible no darse cuenta de lo preocupados que estuvieron siempre por los Beatles”.
Más allá de los estereotipos que acompañaron el itinerario artístico de estas bandas, con la consolidación de ambas los extremos se fueron diluyendo.
Luego de conocerlo a Bob Dylan y al influjo de la marihuana, John Lennon, Paul Mc Cartney, George Harrison y Ringo Starr empezaron a escribir "canciones de más peso y más experimentales", además de abrirse a un estilo personal "más fiel a sus orígenes bohemios".
En su exhaustiva investigación, McMillian (profesor de Historia en la Universidad de Georgia) además de revelar la marca de orillo de cada banda, analiza minuciosamente la carrera de las dos, las singularidades de cada integrante, la gestación de los principales éxitos, la descripción de las personas allegadas, las influencias musicales y los intereses comerciales en juego.
El libro deja ver el peso que los Beatles y los Stones tuvieron en la cultura de aquellos años y contiene también como se apagó su esplendor, aunque a diferencia de sus contrincantes y de otros grupos “Los Beatles se retiraron cuando todavía estaban muy cerca de su mejor forma” y así realzaron un legado que continúa sin merma hasta el día de hoy, según sentencia McMillian.