Cuando se despidieron del mundo, poquito antes de separarse, cantaron: "Y al final, el amor que te llevas es igual al amor que has dado". Y cuando decían eso, hacia el final del disco "Abbey Road", ya se iban soltando las manos entre sí. ¿Pero sabían ya de lo imposible que era un final para ellos, "más populares que Jesús"?
Quizás sí, lo supieron, porque "The end" era un final y no era un final (fue la penúltima canción del disco), y además "Abbey Road" era y no era el último álbum, porque luego saldría "Let it be", que (aunque es el último en la lista) se grabó antes. Eran conceptuales, rupturistas y geniales.
¿Y qué se podría decir de Los Beatles en el siglo XXI, cuando parece que todo se ha dicho ya? Poco: que cambiaron la música del siglo XX, lo sabemos; que después de ellos todo parece repetición o divague, también; que fueron furia, éxito y mitología, para qué dudar…
Solo podríamos hablar de una cosa: de ese amor que se llevaron. De esa onda expansiva que llega hasta nuestros días, ¡porque los cuatro todavía están entre nosotros! Y compruébelo ojeando los diarios del mundo de esta semana, cuando dedicaron páginas y páginas al cincuenta aniversario de "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band".
"Si vos escuchás 'Help!', por ejemplo, ves que es una canción que no parece del 65. Siempre son clásicos".
O sino acérquese el sábado que viene al Hotel Sheraton, cuando se presente The Beats (seguramente a sala llena), que es una de las mejores bandas homenaje a ellos del mundo. Compre de paso, si quiere, el libro que hace poco editó esta banda, contando el backstage de las primeras canciones del cuarteto, prepárese para escuchar "Sgt. Pepper's..." mezclado nuevamente en el estudio, busque en los libros el origen del rock nacional, o los genes beatles en los músicos más vanguardistas del presente, que van una y otra vez a beber inspiración del legado del cuarteto, y lo reconocen con orgullo.
Es el caso de Palo Pandolfo, por ejemplo, quien tiene una teoría alrededor de la composición basada en la melodía: "¿Qué es lo que hace que Los Beatles nunca pasen de moda?", se pregunta, "la calidad de sus melodías". Él, un rupturista del rock, reconoce la ascendencia, y compartió con Estilo unas palabras en relación a "Sgt. Pepper's", antes de que junto con La Hermandad nos visite –dato exclusivo - el próximo 7 de julio, presentando su disco "Transformación" en el Teatro Selectro.
En definitiva, Paul McCartney, John Lennon, George Harrison y Ringo Starr vuelven una y otra vez porque los amamos. Y si es que se llevaron tanto amor como el que dieron, a juzgar por esa canción de despedida, podemos decir que los Beatles amaron demasiado.
Los mejores, aquí
Abrir la historia de The Beats es meterse en cuatro vidas dedicadas a ser ellos mismos y otros al mismo tiempo. En su formación actual, vemos a Patricio Pérez (George Harrison) en guitarra y voz, a Nico Natal (Ringo Starr) en batería y voz, a Diego Pérez (John Lennon) en guitarra y voz y a Claudio Batista (Paul McCartney) en bajo y voz.
Y en un año de homenajes redondos, ellos también preparan el suyo: la banda cumplirá tres décadas el año que viene. Y el que pasó, además, festejaron los 20 de esa vez en la que los declararon Mejor Banda Beatle del Mundo. Quien habla es Patricio:
-Y vos, que has sido primero Paul y después George, ¿a quién preferís?
-(risas) Me gustan los cuatro. Sinceramente, para hacer en vivo me encanta Harrison, porque es el papel que hice más veces en mi vida, amo su personaje, aparte me gusta mucho colocar la voz como lo hacía él, me siento sumamente cómodo.
-¿Cuál es tu hipótesis de por qué nunca pasan de moda?
-Yo creo que es bastante fácil saberlo: si vos escuchás cualquier canción suelta, por ejemplo "Help!", ves que es una canción que no parece del '65. Vos escuchás a cualquier grupo de eso años y siempre te sitúa en una época, pero Los Beatles son atemporales. Siempre los comparo con Bach, Beethoven o los grandes de la música clásica. Siempre son clásicos, vos volvés a eso una y otra vez. Por eso creo que son vigentes, y van a seguir vigentes por el resto de la historia. Son universales, porque su música no tiene ni tiempo ni lugar.
-Tantos aniversarios, sumados a la muerte de George Martin el año pasado, deben dar la sensación de que nos vamos alejando en el tiempo. Para alguien que ha dedicado la vida a esto, debe ser fuerte...
-La verdad que sí. El otro día hablábamos, y nos dimos cuenta que ya son diez años desde que grabamos "Master piece". Estos treinta años de carrera no se pasaron volando, hay que decir, pero sí es un montón de tiempo, es una vida dedicada a esto. Pero bueno, es lo que elegimos y lo que nos hace felices, trabajando para que el espectáculo que hacemos en vivo siempre sea nuevo, porque hay que encontrar algo para que la gente pueda ver que nosotros también nos renovamos.
-¿Y qué diferencias notás entre ser una banda beatle a finales de los '80 y serlo hoy?
-Muchas, pero hay un cambio notorio: a finales de los ’80, la gente que venía a vernos era de la época de Los Beatles, y aparte hay algo que por ahí la gente no tiene muy claro, y es que - al menos acá en Argentina- estaban un poco pasados de moda, pero después con la salida de "Anthology" en los ’90 un montón de gente joven los descubrió, chicos de 15 años que ya tienen una vida hecha y vienen con sus hijos a vernos. Entonces hubo como una amplificación de los Beatles hacia acá.
Y claramente, a medida que pasa el tiempo, uno se va dando cuenta que no sale nada nuevo, que no hay nada nuevo en la música, siempre se vuelve a ellos. Todos los músicos, ya sean rockeros, melódicos, baladistas, siempre hay en ellos algo de Los Beatles. Siempre se vuelve para atrás y se vuelve a las fuentes.Es algo que sucede. Lo bueno es que tenemos a Paul haciendo giras por todo el mundo y él de alguna manera nos dice que sí, se puede todavía.
The Beats tiene aún otro mérito que vale la pena resaltar: hace diez años grabaron, a modo de homenaje, una réplica (¡exacta!) de "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band", esa vez por su 40 aniversario. Esta pequeña hazaña, que salió al mercado bajo el nombre de "Master piece", fue realizada en Abbey Road, donde grabaron con los mismos pianos, órganos, efectos y micrófonos, tal cual como se hizo en 1967, aunque con sonido estéreo.
¿Qué hicieron? Investigaron acorde por acorde, sonido por sonido, instrumento por instrumento, efecto por efecto. Se remitieron hasta las citas a la música clásica y lograron reproducir el collage circense de “Being for the Benefit of Mr. Kite!”. “Un trabajo arqueológico”, dice Patricio. Y "Sgt. Pepper's..." ahora volvió a ser editado, pero remezclado en estéreo por el hijo de George Martin, y con las grabaciones auténticas.
Un libro de fans
"Detractores anticientíficos están siempre bien preparados para desvalorizar el papel de la imitación. En verdad, la habilidad de imitar es decisiva en la selección natural. Entre nuestros antepasados homínidos, las pericias vitales se aprendían por la imitación. Y los mejores cerebros eran los que imitaban mejor", dice Alejandro Dolina en el filoso y lúcido prólogo de "The Beats: One, two, three, four..." (Gárgola, 2017, 240 páginas), el disco que escribió este grupo y que ha llegado a las librerías del país hace muy poco.
Junto al título ya se puede leer la contundente síntesis: se trata de un “exhaustivo análisis sobre la obra musical más importante del siglo XX. Canción por canción (primera parte 1962-1965)”.
Buenos vientos soplan para The Beats, porque “también lo vamos a editar en el exterior”, aclara Patricio.
¿Qué más leeríamos? “Cuenta el detrás de las canciones de Los Beatles; cómo fueron hechas, cómo fueron grabadas, cómo usaron el estudio de grabación cuando todavía no existían los métodos que existen no solo hoy en día, sino a partir delos años 70. Ellos grabaron con muy poquita tecnología una música muy sofisticada para el momento”, dice sobre el libro, que ya tiene además una segunda parte asegurada y que recoge los saberes de una “ciencia beatle” acumulados por más de treinta años.
Remezcla en el estudio
Tras año y medio preparándose en Apple Corps, en mayo se lanzó una Super Deluxe Edition del disco cincuentenario, que incluye seis discos más un libro. Y las joyas que se pueden escuchar en él no son para nada baratas, claro está (casi 150 euros).
A la cabeza del proyecto estuvo Giles Martin, el hijo del mítico productor (fallecido el año pasado), que ha coordinado el trabajo y puesto el pecho a la difícil empresa: remezclar en el estudio “Sgt. Pepper’s...” por primera vez en estereo.
La edición de lujo incluye: dos discos (uno con el original y otro con tomas falsas, nuevas versiones de “Strawberry fields forever” y “Penny Lane”, también remezcladas), el disco original en mono, un DVD y un Blue Ray que cuentan el backstage de la grabación y un libro de 144 páginas, que tiene incluso imágenes inéditas.
Hay 100 minutos de tomas falsas, muchas inéditas y no publicadas, una mezcla en mono especial que cuenta con seis pistas adicionales y hasta una versión “perdida” de “Lucy in the sky with diamonds”. Solo para fanáticos...
La ficha
The Beats en Mendoza
Fecha y hora: El sábado que viene (10 de junio), a las 21.30
Lugar: Sheraton Mendoza Hotel (Primitivo de la Reta 989)
Entradas: $400, $500 y $600, disponibles en Tarjeta Nevada (Las Heras 419) y de forma online en tarjetanevada.com.ar.