Bauza va a seguir hasta que lo decidan Messi y sus amigos

El presente del DT en la Selección pende de un hilo. Nadie lo llamó para respaldarlo entre las nuevas autoridades de AFA. Tampoco Tinelli.

Bauza va a seguir hasta que lo decidan Messi y sus amigos

Por Fabián Galdi   - editor de MÁS Deportes digital -


Ocurrió durante una práctica del seleccionado argentino a poco de haber comenzado el Mundial'78: el entrenador César Menotti se acercó a Mario Kempes y le pidió hablar a un costado mientras el resto de los futbolistas seguía en pleno ensayo. 'Mire, Mario, a usted lo noto fastidioso porque la pelota no le llega; libérese, busque el balón en cualquier posición de la cancha y trasládelo...verá que enseguida recupera confianza". La anécdota fue contada por el fabuloso atacante cordobés a este periodista en medio de una charla y en ocasión de un encuentro organizado por Espn en Buenos Aires, previo a la Copa del Mundo Sudáfrica 2010. El Matador, además, no sólo se convirtió en una figura  emblemática de la Selección campeona sino que además fue el goleador del torneo.

Pasó en los momentos previos al Mundial'86, ya en México, cuando el DT Carlos Bilardo confirmó su decisión de darle la capitanía a un pujante y surgente Diego Maradona antes que a una leyenda viviente tal como lo era Daniel Passarella. A éste, inclusive, un extraño virus lo dejó internado y sin poder jugar ni siquiera un minuto. El Narigón debió optar y así lo hizo: un resultado magro le hubiera significado portar una mochila cargada de piedras. El Káiser era intocable en el inconsciente colectivo nacional; el Diez, aún llegaba con el antecedente de borrar su accidentado paso por España 1982, en el cual terminó expulsado por una infracción violenta al brasileño Batista en el partido que significó la despedida albiceleste.

Imaginemos por un momento que una situación de índole similar se plantea hoy con referentes del seleccionado argentino. ¿Avalaría una estrella futbolística que un director técnico le modificara su forma de jugar? ¿Aceptaría un histórico capitán transferir su brazalete a otro integrante del plantel con quien no tiene empatía y hasta se manifiesta un encono mutuo?

La generación millennials empieza a verse cuestionada en conjunto como nunca antes en el seleccionado argentino. Tres golpes de nocaut sucesivos son complejos de digerir en el fútbol de alto rendimiento y en el que Argentina es potencia mundial desde siempre. Las secuelas de frustración tras finales perdidas en la Copa del Mundo Brasil 2014 y las Copa América Chile 2015 y Estados Unidos 2016 están lejos de haberse disipado. Si bien es un mérito enorme haber llegado a la definición de una competencia premium, lo cierto es que la sensación frustrante termina superando al logro del camino construido hasta desembocar en una finalísima por derecho propio. El imaginario colectivo siente que la Selección actual mantiene una asignatura pendiente. Y encima, la ruta hacia Rusia 2018 permanece cubierta de obstáculos a cada vez menos del cierre de las eliminatorias sudamericanas.

Y aquí es donde conviene abrir un paréntesis, ya que el hoy hasta demonizado Edgardo Bauza fue el único de los nueve entrenadores sondeados por la AFA que se decidió a ir hablar personalmente con Lionel Messi cuando éste aún estaba en su casa a las afueras de Barcelona y sostenía su renuncia a la Selección luego de la Copa América Centenario. Más allá de su investidura - la cual le fue conferida desde el 1ro. de agosto del año pasado - lo cierto es que el Patón optó por tomar la iniciativa y destrabar cara a cara la decisión del astro del Barça como así también las de Gonzalo Higuain, Sergio Kun Agüero, Ángel Di María e inclusive Javier Mascherano. Todos ellos retiraron sus respectivas posturas, las cuales - dicho sea de paso - parecieron sobreactuadas y sin ninguna solidez en las respectivas argumentaciones.

Nueve meses después, el panorama lo deja expuesto a Bauza en un virtual estado de falta de respaldo. Este fin de semana atravesado fue, sin dudas, el de mayor vulnerabilidad desde que asumió el cargo. Nadie se comunicó con él desde la AFA, a pesar de que la semana pasada fue consagrado Claudio Chiqui Tapia como presidente y que la dirigencia que cuenta en su primera línea con Daniel Angelici y Hugo Moyano tampoco se acercó. Como si esto fuera poco, ni siquiera Marcelo Tinelli le dio una voz de aliento luego de la derrota frente a Bolivia en la altura de La Paz.

El viernes pasado, además, se filtró una estrategia a mediano plazo para reducir la sanción de la FIFA a Messi por cuatro fechas. La misma consistía en plantear a la máxima entidad futbolística mundial que se considere como oficial al duelo contra el Brasil de Neymar en el marco de una nueva edición del Superclásico de las Américas, el cual debe disputarse entre ambas selecciones el próximo 9 de junio, en Melbourne. Así, por ejemplo, luego de la carta de disculpas que Leo envió a Zurich, el primer paso para la apelación ya fue dado y ahora se busca complementarlo con argumentos como para bajar la pena a 3 fechas. Por éso, si el juego en Australia toma carácter más protocolar, éste sería el tercero - el segundo, vs Uruguay - y el crack del Barcelona podría jugar contra Perú, Venezuela y Ecuador. A propósito: tampoco fue consultado Bauza al respecto, en otra señal de debilitamiento de su imagen como conductor grupal.

Mientras, los millennials - Messi, Higuain, Di María, Kun Agüero, Chiquito Romero y Biglia, con la aprobación de Mascherano - prosiguen con su silenzio stampa desde aquél momento en que decidieron hacer causa común con otro miembro de su club de amigos: Ezequiel Lavezzi, denunciado por una actitud inadecuada dentro de la concentración. El negarse a hablar con el periodismo está ahondando la brecha entre ellos y el hincha, que los está perdiendo como referencia. Demasiada autosuficiencia y espíritu corporativo marca una tendencia de segregación para quien no participa del grupo. Ya les sucedió en su momento a Juan Román Riquelme en 2009 en el arranque del ciclo de Diego Maradona y a Carlos Tevez desde la gestión de Alejandro Sabella en 2012. El procedimiento de discriminación se asemeja al de una logia y tiene que ver con gustos y afinidades personales como única causa.

Está en juego la clasificación al Mundial de Rusia. Y sólo faltan catorce meses para que se inicie. Hoy día, sólo la incuestionable dimensión de Messi está a la estatura que debe tener un seleccionado argentino. El resto parece acompañar y sin que su titularidad corra riesgo. Si Bauza cree que ésta es la mejor formación posible es una cosa; que se lo impongan, es otra. El Patón supo dar la cara para apagar un incendio que se generó en Nueva Jersey tras la derrota por penales contra los trasandinos. Ahora, ninguno de los futbolistas está dando una respuesta parecida para sostener al entrenador. Quizá porque crean que no es necesario hacerlo. Quizá porque especulen con un cambio de técnico como Jorge Sampaoli o Marcelo Gallardo, por ejemplo. Y quizá porque más arriba de la AFA alguna vez se concrete el sueño del presidente Mauricio Macri por ver a su amigo Diego Simeone como DT de la Selección.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA