Basura electrónica: frenarla a tiempo

La regulación, control y manejo de residuos electrónicos debe ser máxima preocupación de las autoridades de la provincia.

Basura electrónica: frenarla a tiempo
Basura electrónica: frenarla a tiempo

Los residuos electrónicos, también conocidos como ewaste, generan una gran contaminación en el medio circundante y son un peligro para distintas centros urbanos del Gran Mendoza y el resto de la provincia. La mala gestión de los aparatos electrónicos y electrodomésticos fuera de uso se ha convertido en una de las peores plagas de la era de las nuevas tecnologías y el comercio global.

En todo el mundo, cada año se generan aproximadamente 50 millones de toneladas de basura electrónica y electrodomésticos inservibles, y el 80% de ellos acaba en vertederos o en el medio natural sin la gestión de reciclaje adecuado, según un informe sectorial publicado por iniciativa de siete entidades de la ONU, entre las que destaca la Universidad de Naciones Unidas y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

El problema ha llegado a nuestra realidad, tal vez no con la fuerza y el impacto que ha producido en las grandes urbes de los países más industrializados, pero la situación no nos permite distraernos ni dejar actuar en contra de ella.  Sostenemos que debería tomarse una fuerte conciencia de que si estos elementos no son tratados de manera adecuada, sumarán otra gran preocupación en el cuidado del ambiente local, de por si agredido desde muchos flancos y actividades.

Principalmente se tropieza con el inconveniente y las consecuencias de esta basura, en los centros urbanos más poblados, donde con mayor frecuencia se renuevan equipos electrónicos y se desechan los implementos considerados obsoletos.

Estos desperdicios, para los cuales hay una tercera denominación, RAEE (es decir, residuos de aparatos eléctricos y electrónicos), se han vuelto muy comunes y hoy son un problema más que afecta nuestros entornos naturales, como los residuos orgánicos e inorgánicos arrojados en cualquier lugar, que fomentaron (y lo siguen haciendo) la formación de pequeños basurales a cielo abierto, habituales por todos lados.

En este sentido, y retomando el tema electrónico, diariamente los vecinos, los comercios y no pocas reparticiones públicas y el sector privado generan residuos como celulares, pilas alcalinas, elementos de memoria USB, cartuchos de impresoras, computadoras e impresoras, electrodomésticos, reproductores de mp3, faxes, impresoras, paneles fotovoltaicos y monitores y pantallas. Como se ve, un arsenal amplio y variado.

A raíz de esta realidad, Godoy Cruz y Ciudad llevan a cabo diferentes actividades para darles un tratamiento especial a los productos desechados, y disminuir las posibilidades de contaminar el suelo y el agua. También otros departamentos han iniciado acciones para ponerse a cubierto de esta contaminación.

En Godoy Cruz una ordenanza aprobada hace pocos días contempla que el municipio deberá informar públicamente qué días hará la recolección de estos residuos.

Posteriormente los clasificará en residuos reutilizables y no reutilizables; los reutilizables podrán ser donados o vendidos a instituciones educativas o empresas. Los que no sean reutilizables deberán ser destinados a su  deposición final con el tratamiento que corresponda. Si esta forma de proceder se expande a otros departamentos, tal vez se pueda conseguir a nivel provincial la regulación, el control y el manejo de la basura electrónica.

También el Estado debería fomentar la creación de nuevas pymes para colaborar y procurar revertir la acumulación de este pernicioso material.

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