Cuarenta años, toda una vida dedicada al gran amor de su vida: Godoy Cruz. Desde que tenía ocho años y era changarín en el supermercados Vea de la calle Paso de los Andes y también en el Metro que estaba a unas cuadras del Gambarte, pasó su vida en el club. Desde aquella época en la que se ponía junto a Tito Ghione, el Chiche y otros amigos a mirar cómo el Víctor Legrotaglie peloteaba a los arqueros.
Sí, desde esos felices años que suele rememorar en cada charla, el Gato Oldrá vive por y para su amado Godoy Cruz Antonio Tomba. Y no se arrepiente, eh. Por más que haya sufrido la deslealtad, el engaño y la falsía que un ídolo no merece.
Al contrario, en momentos en que cualquiera despotricaría con todo el arsenal posible sobre el presidente que maquilló el perjurio, de su boca sólo salen palabras mesuradas y de agradecimiento a los hinchas, esos por los que lloró como un niño, esos que lo hacen realmente dudar sobre una decisión que ya parece cosa juzgada: el Gato está con un pie y medio fuera de Godoy Cruz.
“Le pedí a todos que quería tomarme esta semana para pensar y evaluar. El viernes dialogué con Mansur, me pidió que vuelva a Inferiores y le dije que no porque está Alberto Garro. Me ofreció ser manager y lo estoy evaluando. Necesito sentirme útil en el lugar en el que estoy”, le cuenta Oldrá a MÁS Deportes del otro lado del teléfono.
Y, casi como un anticipo de lo que vendrá, aclara: “Tengo un gran sentimiento por el club y lo voy a pensar. Tengo a mi vieja que ya es grande y sufre mucho. Siempre le di prioridad al club y he dejado de lado a mi familia. Creo que es tiempo de pensar un poco en mi familia”.
Pensar en su familia y en sí mismo. Ahí está la cuestión. Por una vez en casi cuatro décadas, Oldrá siente que llegó la hora de sentirse valorado como entrenador y no como piloto de tormentas. En Godoy Cruz siempre fue el Gato de Auxilio de los momentos de transición.
Por eso, avisa: “Estoy tranquilo, esperando que pase este momento triste, pero habrá que levantar la cabeza y levantarme como hice toda mi vida. Tendré que empezar a pensar con la cabeza y no tanto con el corazón. Estoy más vivo que nunca”.
Después de una noche extremadamente emotiva, Oldrá se retiró compungido del Malvinas Argentinas y sin cruzar palabra alguna con Mansur. Fue después de dar el comunicado de prensa en el que no aceptó preguntas de los periodistas y donde expresó un mensaje que tenía un claro destinatario, aunque él diga que fue para todos. “Siempre dije que nosotros los Abaurre, los Marcucci, los Olmedo, los Ibáñez. tenemos que ser bomberos del club y estar para los momentos difíciles, por eso yo nunca quise agarrar”.
“¿Si lo siento como una traición? No, cada uno siente lo que tiene que sentir y hacerse cargo de la responsabilidad que tiene. Cada uno sabe lo que ha hecho, pero no soy un tipo rencoroso. Está claro que con Mansur algo se quebró, pero yo siempre puse por delante a la institución y estoy tranquilo porque al club le cumplí. Por lo menos, dejo un equipo armado y con algunos refuerzos seguro que la campaña va a mejorar”.
Tratando de evitar la polémica, Oldrá aclaró: “Siempre voy a respetar a mi institución. A mí nadie me echó, la decisión de no seguir la tomé yo porque creí que era el momento”. Hablando de momento, justamente el ex DT siente que llegó la hora de cambiar de aire. Eso sí, antes de irse quiere asegurar la fuente de trabajo de su cuerpo técnico. ¿Aceptará el puesto de manager por algunos meses? Está por verse...