Terminada de una vez la ilusión del Mundial para Argentina, las noticias no tardaron en llegar. Primero Lamas, luego Nocioni, Gutiérrez y Prigioni son las primeras bajas sensibles de esa camada de jugadores. Retirados de la Selección, será el momento de nuevos jugadores y del ya inminente cambio generacional.
Lo logrado en los partidos de la primera fase del Mundial presumían un posible avance frente a Brasil en octavos, pero este deporte que es tan impredecible dio una lección a una Argentina que se vio superada por un equipo con más recambio y con una altura y talento innegables.
Siempre que hay competencias de este tipo, la gente, los jugadores y el mismísimo cuerpo técnico siembran un sueño que partido a partido se hace realidad o se desmorona como le sucedió en esta ocasión a los nacionales.
Hay que pensar en lo que viene. Lo que sigue no será nada fácil, de hecho, el nuevo coach tendrá la difícil tarea de encontrar y reclutar nuevos talentos para poder formar un grupo que sea lo más parecido posible a la ya puesta en la historia grande del básquet argentino, la Generación Dorada.
Un Capitulo que no deberá ser comparado sino que por contrario deberá mejorarse y así intentar poder mantenerse en los puestos distinguidos del basquetbol mundial. Todo esto será producto de un trabajo firme desde las divisiones inferiores y poder inculcar los valores que se vienen dejando con el pasar de los años y los técnicos.
Ya suenan posibles reemplazantes para Lamas, entre ellos uno de sus asistentes, Nicolás Casanlaguida. Pero para saber quién será el que tome las riendas, habrá que esperar. Sumados a los problemas que afronta la CABB la espera tal vez sea mayor de lo que suponemos.
Habrá que llenarse de paciencia, será un proceso a largo plazo.
El potencial existe, pero tendrá ser explotado al 100%, para que los Ginobilis, Nocionis, Prigionis y Gutierrez perduren en el tiempo y no tengamos esa necesidad de extrañarlos. Será el momento de nuevos nombres, sueños, ilusiones y sin duda muchos triunfos que esperan a la vuelta de la esquina.
