El partido de inauguración de las ventanas se abrió a puro ritmo; con posesiones cortas, tanto Argentina como Venezuela prefirieron tomar el tiro a distancia y ambos permanecieron atinados (Máximo Fjellerup y David Cubillán marcaron la pauta a pura bomba). Para detener el goleo vinotinto, Sergio Hernández subió la primera línea de presión, con la inyección de intensidad que imprimió Tayavek Gallizi viniendo desde el banco, y el equipo registró un parcial de 8-0. Un minuto final fatídico provocó que el local sólo se termine los primeros diez ganando por 1.
Todo lo eficaces que habían sido los dos equipos en el nacimiento del juego, se perdió en la segunda parte del primer tiempo. Las defensas se hicieron dueñas del juego (Gran ingreso de Roberto Acuña), y dentro de un marco de total paridad, sólo el talento de Juan Pablo Vaulet para el uno contra uno pudo marcar pequeñas diferencias, para que Argentina se vaya arriba al descanso largo 35-31.
La vuelta del entretiempo fue un duelo de rachas, comandadas por los dos grandes del partido: Roberto Acuña y Michael Carrera. El pivote de Gimnasia de Comodoro Rivadavia lastimó en el juego interno para que Argentina amenace con escaparse. La figura de Venezuela, Carrera, tenía otros planes y poniéndose a la vinotinto sobre sus hombros e incluso en inferioridad física, se tornó incontrolable para los interiores nacionales. En el cierre del período, post minuto de Hernández, el local recuperó sensaciones y se fue 7 arriba fruto de otro golazo de Vaulet.
¿Un rasgo de Venezuela? Fortaleza mental. Estuvieron 10 abajo en el arranque del cuarto capítulo, pero ajustando sobre los tiradores y aprovechando a Carrera en estado de gracia (terminó con 33 puntos y 13 rebotes - 7 de ataque) pasaron al frente. Argentina se quedó sin gol, y a pesar del arrebato final de Selem Safar con un triple (además fabricó una falta de ataque), careció de ideas y perdonó demasiado en los viajes a la línea de libres, generando un combo letal que costó el partido. Los de Fernando Duró se robaron el primer partido de las ventanas por 74 a 68, y ahora se volverán a ver las caras en el Poliedro de Caracas, con la necesidad de ganar.