Jonathan Barros a esta altura de su carrera y a sus 32 años sorprendió al mundo pugilístico principalmente por actitud y una importante rebeldía boxística en los momentos más críticos del combate frente a Satoshi Hosono, a quien venció en fallo dividido en la mañana del lunes y pasó a ser retador mandatorio del galés, Lee Selby, campeón mundial pluma de la Federación Internacional de Boxeo (FIB).
Combate que se celebraría el próximo año.
Hacía 10 meses que Jonathan Barros no combatía. Sus últimas actuaciones no han sido muy brillantes que digamos, por el contrario han sido deslucidas. Es su última contienda enfrentó a Pablo Barbosa a quien superó por puntos tras diez rounds, en la ciudad de Rosario.
También hay que decir que los últimos pleitos, que el mendocino sostuvo siempre fueron en divisiones superiores a su categoría; es decir que ha dado ventajas.
De todas maneras haciendo números, el Yoni desde su derrota frente a Celestino Caballero el 14 de octubre de 2011 en el Luna Park, donde resignó la faja pluma de la (AMB) comenzó a tener una carrera deslucida; con peleas armadas a últimos momentos y con rivales de poca jerarquía.
Las más sobresalientes y donde no le fue nada bien fueron las que sostuvo ante el mejicano, Juan Carlos Salgado, en agosto de 2012, por el título mundial superpluma FIB. En noviembre del mismo año se la jugó frente al durísimo Mikey García, quien lo noqueó en el octavo rounds en Las Vegas.
Hasta allí, quizá lo mejor de Barros que aceptó lo que le ofrecían sin medir consecuencias.
Su carrera entró de alguna manera en una pendiente, y si bien es un boxeador dotado técnicamente, no siempre ha podido plasmar sobre el ring lo que expone durante los guanteos que expone en sus entrenamientos.
Una pendiente de la cual parecía que le iba a costar remontar y acá está lo valioso del pupilo de Pablo Chacón, en un momento insípido del boxeo local, vuelve a resurgir y posicionarse en los primeros planos a nivel internacional.
Un premio a su constancia a sus convicciones y principalmente a su incansable forma de trabajar en el gimnasio, porque si hay algo para destacar de Jonathan Barros y Juan Carlos Reveco, es que son dos abonados a los entrenamientos.
Ellos no le escapan al trabajo en un gimnasio, justamente algo que no es la métrica en nuestro boxeo, sólo en casos aislados.
No ha llegado a la cima, porque aún está camino a ella, pero dio un batacazo y se demostró que aún tiene hilo en el carretel. Que todo depende del propio Yoni y nada más.
"No quiero parecer soberbio, pero estoy muy confiado y se que voy a ganar. Voy a dejar todo porque quiero volver a ser campeón del mundo. Volver a ser campeón es algo que me debo deportivamente a mí", dijo antes de viajar.
Sí, es verdad derrochaba convicciones y le sobraron sobre el ring en Tokio.
Fue un ganador con estilo, un boxeador técnico como siempre y un guerrero cuando la situación lo exigió.
No aflojó nunca y tuvo su gran recompensa.
Un proceso que culminó exitosamente
El entrenador Pablo Chacón, se mostró feliz por el resultado y destacó el trabajo de cada una de las partes: “Estamos felices y se ha culminado con un triunfo muy importante, lo que demuestra el trabajo del equipo, donde hubo muy buena comunicación en la preparación con Stharinger. Al igual que la labor de Armando Andrada, el nutricionista Carlos Quevedo, los sparring, Joel Mafaguad, Fernando Ruiz, Gastón Barros y Kevin Muñoz, Ramón Quiroga y varios más. Todos aportaron y estamos muy contentos”, dijo Chacón.
El profesor Pablo Stharinger destacó: “Tengo palabras de agradecimiento; al equipo, que me deja ocupar un lugar dentro del mismo y me deja tomar decisiones importantes. En el ambiente del boxeo, a veces, los preparadores físicos no son tan queridos. A mi me han abierto las puertas y el corazón, y lo agradezco. Palabras de agradecimiento de cómo se brindó Yoni en los 36 minutos de pelea. Hizo una gran pelea y dejó el corazón. Y más allá de una gran preparación exitosa como la que hicimos, se coronó con un triunfo gracias a todo el espíritu de lucha que presentó Yoni. Hicimos una gran preparación, donde la parte nutricional fue fundamental. Quevedo, es un nutricionista muy reconocido y quiero agradecer su aporte. Un proceso exitoso que culminó con un gran triunfo”, señaló.
