El Barrio Rojo de Amsterdam también se suma a los festejos

El Barrio Rojo de Amsterdam también se suma a los festejos

Sin perder su identidad como una de las zonas más liberales en venta de drogas y oferta sexual, el Barrio Rojo de Amsterdam también se unió a la celebración de la investidura real de Guillermo y Máxima.

Consoladores, preservativos y semillas de marihuana con alegorías reales son parte del marketing para la gran fiesta del 30 de abril que conmemorará los cambios en la monarquía de Holanda.

El sex shop Gezecl BV ofrece como producto principal en su vidriera un pequeño consolador naranja con el nombre "Willem", una referencia a Willem Alexander, próximo a ocupar el trono.

"Larga vida al rey, sienta la vibración naranja", reza el afiche que promociona el producto disponible a 5 euros.

El empleado del negocio, Retze Haakma, le contó a Télam que en los últimos días ya vendió 200 unidades y que espera aumentar el éxito en los días siguientes.

Explicó que en realidad el consolador ya tiene seis años y que si bien se creó sin relación al príncipe, sino por un juego de palabras en holandés, ahora están aprovechando la investidura para convertirlo en un suceso comercial.

"Mañana (por hoy) vamos a instalar en la vidriera unos 50 productos naranjas que tenemos en el catálogo", aseguró el responsable del sex shop que tiene 15 locales en Amsterdam y 400 en toda Holanda.

A pocos metros de este negocio, sobre la misma calle Warmoesstraat, está Condomerie, una casa que se dedica a la venta de preservativos de todos los colores y formas.

Para festejar la investidura empezó a vender por 14,50 euros un pack especial con el nombre "Yo soy el rey", que incluye, entre otros ítems, varios profilácticos naranjas y de "tamaño real".

"Primero la coronación, luego la recompensa", explica un cartel, acompañado de tres consoladores que tienen un preservativo naranja en la punta, emulando una corona.

Por su parte, la vitrina del negocio Mr. B, especializado en juguetes eróticos para la comunidad homosexual, expone en su vidriera dos maniquíes de hombres vestidos como reyes, con coronas y capas, agarrados de la mano. "Siempre hacemos algo especial para el Día de la Reina", expresó Johan, trabajador del local, a esta agencia.

"Todos los años vendemos más para esta época del año porque la gente busca distintas vestimentas y accesorios para participar de las fiestas que se hacen en toda la ciudad", agregó.

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