Aunque todavía falten algunas semanas para el comienzo del invierno, en Bariloche, capital nacional de la nieve, la estación más fría del año se anticipó.
Con precipitaciones dignas del mes de julio, y una sensación térmica que llega a los -4,7°C, los cerros y las montañas de toda la zona ya están cubiertos por el típico manto blanco. El cerro Catedral es uno de los más beneficiados por el fenómeno natural: si bien el lugar aún no habilitó sus pistas de esquí, unos 300 amantes de la montaña ya suben diariamente a disfrutar de los atractivos paisajes y las incomparables vistas que ofrece, además de realizar paseos familiares o con amigos.