Esta vez, el festejo comenzó desde el jueves por la noche, en un atípico "fin de semana extra largo", tal como varios grupos de amigos confiaron a Los Andes en una recorrida por calle Arístides, el núcleo más claro de los festejos.
Entre anécdotas que copaban las conversaciones, pasado el mediodía de ayer, cinco amigas, entre ellas María Marta Guiñazú (54) y Mirta Gabrielli (56), recordaban sus años de cursado en el colegio Nuestra Señora de la Misericordia, mientras dividían gastos al ver la cuenta en un restaurante de sushi.
En paralelo, nueve jugadoras de hockey sobre césped de Independiente Rivadavia alzaban sus copas no solamente por los festejos del 20 de julio, sino también por su reciente campeonato obtenido en la Liga 8.
En la mesa, las hockistas Romina Calderón y Marisa Olivares destacaron como valor fundamental de su amistad la confianza que se tienen, pese a que conforman un extenso grupo. Ambas no sólo comparten la pasión por el deporte, sino que también las unen lazos que datan desde las épocas del secundario.
La apretada agenda diaria no es un impedimento para juntarse. Ellas aseguraron que nunca dejarán de juntarse por el Día del Amigo, en lo que esta vez se convirtió en una especie de "fin de semana largo" de juntadas y reuniones, algunas bastante inesperadas, y otras, delineadas con antelación.
“Las redes sociales no son para nosotras. No somos de esa época. Preferimos juntarnos y compartir nuestras vivencias”, subrayaron. Entre risas, Marisa contaba que después del mediodía de sushi con sus amigas de la Lepra, se iba directo a compartir un café con otro grupo de amigas. “Hasta el domingo al mediodía no paro”, confesó.
Desde los 13 años
Por su parte, Natacha, Laura y Emilce repasaban anécdotas desde los 13 años, cuando el barrio era el escenario de sus aventuras. "Para nosotras, la amistad significa estar. Poder compartir y estar presentes en cada momento que nos toca vivir. Apoyarnos la una a la otra y disfrutar", definieron.
Como varios grupos de amigos, las chicas contaron que venían celebrando desde el jueves por la noche. "Vamos a seguir de largo", expresaron. En sintonía, así lo afirmaron un grupo de jóvenes estudiantes de 22 años (Rocío, Belén, Andrea, Marina y Mariana), que paseaban por calle Arístides a pura selfie, intentando definir la agenda para las próximas horas, que incluía boliche y otras salidas aún sin definir.
Si bien tomaron caminos diferentes en la educación universitaria, las responsabilidades diarias no erosionaron su vínculo que mantienen desde que asistían a las aulas del colegio Magisterio. Para este año, incluso, se animaron a organizar el popular juego del "amigo invisible", en el que se entregan regalos y cada una debe descifrar quién es esa persona especial a partir de una serie de divertidas pistas.
En otro restaurante de calle Arístides, su singular tono de voz se escuchaba en la planta alta. Mientras hacía la obligada sobremesa, Gabriel "Alambre" Jamolczuk, conductor de "Ahora que el jefe no está" (Estación del Sol 100.9) compartía un grato momento con dos amigos, Poli Ávalos y Fernando Yebra. Simpático como de costumbre, el bowense más famoso de la radio mendocina contó que los conoció allá por el 2000 por cuestiones laborales.
Sin nada que envidiar a las decenas de jóvenes que recorrían de punta a punta la Arístides, Fito Antonacci y Daniel Barrancos, ambos de 62 años, disfrutaban sonrientes de una cerveza bajo el tibio sol de la siesta de julio.
“Somos casi parientes. Nos conocemos desde el nacimiento. Crecimos en la Boulogne Sur Mer”, aseguraron. Las tardes de jugar al fútbol y pasear por el Parque no parecen nada lejanas para ellos e intentan replicarlas en la actualidad.
“No hace falta celebrar nuestra amistad el 20 de julio, nos juntamos siempre. Además, Fito es el padrino de mi hija y yo de la suya”, contó Daniel, quien le regalaba una mirada cómplice a su “compadre”.
Reservas con hasta un mes de antelación
Un clásico restaurante de la Arístides es El Club de la Milanesa, que a las 16 de ayer, todavía lucía con gente esperando en el exterior. Es que, de acuerdo a Estefanía, encargada de la caja, había reservas para el Día del Amigo hace casi un mes.
“Hace 25 días que vienen haciendo reservas. Ahora estamos trabajando con reservas en la planta alta y por orden de llegada en la baja. En la noche del jueves tuvimos espera de hasta una hora”, precisó.
“Vienen de todos los grupos etarios. Las amigas jubiladas, las mamás del jardín de infantes, los grupos de maestras, los jóvenes”, comentó entusiasmada, mientras los mozos hacían malabares con las bandejas cargadas de milanesas en múltiples variedades y agregados.
El mismo panorama alentador fue descrito por Ivana, encargada de la pizzería Zitto, que intentaba ubicar a un grupo de cuatro amigos, ante la falta de mesas. "Tenemos un fin de semana muy movido. Hay reservas al 60% en el local. El 20 de julio la gente no lo cambia por nada", sostuvo.
En tanto, Carola Barrancos, dueña de Sushi Shop, celebró la demanda en su local de comidas, debido a que son muchos los que se animan a romper con los platos clásicos y animarse a los platos orientales.
“Empezamos desde el martes con reservas a full, tanto al mediodía como a la noche. Y para el sábado tenemos varias reservas. El menú ejecutivo es que más sale. En las noches vamos a sacar promociones de tragos y va a haber 2x1”, anticipó.
Las pizarras de los bares de la Arístides estaban repletas de leyendas conocidas como el "happy hour", en el marco de las juntadas del 20 de julio, como es el caso de Johnny B. Good, que ofrecía una botella de champagne de regalo en caso de que "algún amigo se sumara a último momento".