En poco más de 20 minutos Barcelona despejó cualquier tipo de dudas. Sin Lionel Messi, que fue preservado debido a una molestia en los isquiotibiales y sin Luis Suárez, que debía cumplir una fecha de suspensión, siguió sin problemas por su senda ganadora en la visita a Athletic Bilbao por el partido de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey.
Con Alex Vidal, Neymar y Arda Turan en el nuevo tridente ofensivo y una gran actuación de Rakitic e Iniesta para comandar los ataques, el equipo de Luis Enrique superó un primer sofocón del Bilbao en el arranque y luego se acomodó en el terreno.
A su manera. Con tenencias prolongadas, toques laterales, hacia atrás, de un lado al otro hasta encontrar el momento exacto para el pase profundo para lastimar.
Así llegó el 1-0. Con una gran combinación por derecha con Arda, el desborde perfecto de Rakitic, que sacó un centro con rosca perfecto al corazón del área, y el ingreso de Munir para tocar al gol.
Simple. Letal. Un par de toques cortos, otro largo en profundidad y a cobrar. Como en el 2-0 que metió Neymar tras una jugada en la que Iniesta se guardó la pelota hasta encontrar el momento exacto, combinó con Sergi Roberto, que extendió rápido para filtrar la defensa del Bilbao y dejar solo al brasileño.
El segundo tiempo fue un martirio para el local y parecía un trámite para el Barsa. Con la ventaja, jugó cómodo, suelto y sin apuro, sabiendo que ya tiene en el bolsillo medio pasaje para las semifinales de la Copa del Rey en el bolsillo.
Creció la figura de Busquets, dueño del mediocampo. Mascherano y Piqué se alternaron para desactivar los ataques que llegaban al área. Y el equipo de Luis Enrique dejó correr los minutos.
Arduriz descontó tras un desacople defensivo.
