Con tan solo 20 años, Barbie Vélez se ha convertido en una figura clave del ambiente del espectáculo. La hija de Nazarena Vélez le brinda frescura al "Bailando 2015" con su actitud y con sus previas dedicadas al intenso noviazgo con Fede Bal. Pero también se destaca como el sostén de su mamá quien sufrió la pérdida de su marido, Fabían Rodríguez, hace un año, en medio de una crisis financiera.
En exclusivo para la revista Viva, Barbarita habló de todo. En cuanto a la muerte del empresario y papá de su hermanito más chico, confesó: "No tengo bronca. Creo que si tenés bronca con alguien que murió no lo dejás descansar en paz.Yo soy muy católica y rezo mucho: el Padrenuestro, el Ave María y el Gloria. Fabi debe haber tenido sus motivos. Uno no hace eso porque sí o porque se levanta loquito. La gente que hace eso es porque tiene una enfermedad...".
Luego del mal momento atravesado, Barbie se convirtió en mamá de Nazarena y de Thiago: "Mi hermano es mi debilidad y hago cualquier cosa por verlo bien. Cuando me enteré, se me cayó el mundo y me quería morir porque yo lo amaba profundamente: era mi papá por elección. Recuerdo que ese día llegué a mi casa, mamá estaba viniendo y empecé a sacar la ropa de Fabi para que ella no la viera y no se sintiera mal. Terminé de guardar todo, lo agarré a Thiago y me lo llevé a mi cama. No sé si fue fortaleza, o que tapé la situación. Mamá me protegió toda la vida y era mi turno de hacerlo con ella."
Además, admitió que tras el trágico final de Rodríguez, ella volvió a terapia: "Fue por unos meses, pero ya no lo necesito. De chiquita me mandaron varias veces: a los dos años por la separación de mis papás, y también fui cuando estaba en primaria. Me obligaban y le mentía a la psicopedagoga".
"Nadie creía que fuera medio mala, pero rompía juguetes. Un día, enojada, tiré una piedra y le rompí un televisor a mi abuela. Era tremenda de niña, muy caprichosa. Lo que pasa es que por seis años fui única hija. Después, cuando llegó Gonzalo (hijo de Nazarena con Daniel Agostini) dejé de serlo. Igual sigo siendo la única hija de mi papá (Alejandro Pucheta)", detalló respecto a los motivos por los que fue a terapia.
Hoy por hoy, la actriz dejó de ser "la hija de..." y admitió sentirse más segura de sus condiciones para estar en el mundo del espectáculo: "Mi mamá es una persona pública y es muy difícil despegarme de eso y tampoco lo quiero. Igual, me encantaría que el día de mañana me reconocieran por mi trabajo".
"¿Qué te molesta de tu mamá?" le consultaron y ella respondió: "Que llore en público. Eso me recontra molesta. Se lo digo desde chica. De hecho, no miro las notas que da porque hay algunas cosas que me ponen nerviosa".
En cuanto a su vida, que es como una montaña rusa, llena de subidas y bajadas, la morocha contestó: "Sí, es así y pero por eso me merezco ser feliz. Siento que no puede ser tan injusta la vida. Hay gente que no tiene problemas o son más leves. Creo mucho que cada uno lleva la mochila que puede llevar. Será que a mi familia y a mí nos ha tocado vivir cosas fuertes. Me parece que ya no puede pasar nada mucho más malo (hace cinco años murió Jazmín, la hermana de Nazarena). Obviamente la gente muere porque tiene que morir y es el ciclo de la vida, pero uno cree que los abuelos se van primero, que la cosa es de mayor a menor. Espero que vengan tiempos más calmos."